Landin lucha contra sus fantasmas

  • Diez, diez, diez se recuerda a sí mismo el portero danés Niklas Landin, obsesionado con una cifra, que en este caso nada tiene que ver con la perfección, sino todo lo contrario, con la derrota, el fracaso en las finales del último Europeo y Mundial, en las que el guardameta nórdico apenas pudo atajar una decena de balones.

Javier Villanueva

Doha, 27 ene.- Diez, diez, diez se recuerda a sí mismo el portero danés Niklas Landin, obsesionado con una cifra, que en este caso nada tiene que ver con la perfección, sino todo lo contrario, con la derrota, el fracaso en las finales del último Europeo y Mundial, en las que el guardameta nórdico apenas pudo atajar una decena de balones.

Seis paradas firmó tan sólo Landin ante España en la final del Mundial disputada hace dos años en Barcelona, dos más de las que el danés logró un año más tarde ante Francia en la batalla por el oro en el Europeo celebrado en su país.

Una pesadilla que Niklas Landin no está dispuesto a volver a vivir, para lo cual no ha dudado en cambiar por completo su programa de preparación para el Mundial de Catar, en el que Dinamarca se medirá mañana (19:00) con España en los cuartos de final.

"El objetivo es que no ocurra como en anteriores campeonatos en los que ha llegado cansado al tramo decisivo y no ha podido rendir en las finales. Siempre jugaba muy bien en la primera fase, pero no en la final y volvía hecho polvo", explicó a EFE el preparador de porteros de la selección danesa, el sueco Tomas Svensson.

Un agrio final que Landin y Svensson confían en que no se vuelva a repetir con un plan de trabajo en el que el objetivo es ir de "menos a más" durante el torneo, para que el meta danés, uno de los mejores del mundo, pueda brilla en la final.

"Hemos cambiado la preparación para tratar de llegar con una mejor forma a ese tramo final, ir de menos a más y quizá, por eso, no ha arrancado tan fino este Mundial", señaló Svensson, que ya trabajó con anterioridad en el Rhei-Neckar Lowen con el portero danés.

Una planificación que comienza a dar los frutos previstos, tal y como se comprobó ya en el duelo de octavos de final que enfrentó a Dinamarca con Islandia y en el que Landin logró un cincuenta por ciento de paradas en la primera mitad.

Y es que todo en la carrera de Niklas Landin, que cumplió el pasado mes de diciembre 26 años, parece estar medido y calculado para convertir al espigado portero danés en el mejor portero del Mundo.

"Desde que tenía 17 o 18 años, cuando el entonces seleccionador danés Ulrik Wilbek nos envió a Niklas a un campus de porteros de elite que teníamos en Suecia, se ha trabajado con él ha conciencia para que pudiese llegar a este nivel", comentó Svensson.

Una carrera muy "meditada" que parece haber llegado a un punto de inflexión con su fichaje para la próxima temporada por el todopoderoso Kiel alemán.

"Se le buscó el equipo adecuado en cada momento para que pudiese ir aumentando progresivamente su nivel hasta poder llegar a la selección. Luego fue a Alemania y ahora, tras tres años en el Rhein-Neckar Lowen da el gran salto con su paso el Kiel, uno de los mejores equipos del mundo y en el que deberá responder como el mejor", indicó Svensson.

Exigencia para la que el legendario portero sueco ve perfectamente preparado a Niklas Landin, y guardameta que sabe aprovechar como pocos sus larguísimos piernas y brazos.

"En un portero con esa envergadura, mide casi dos metros, la clave es saber aprovechar su cuerpo, mantenerse siempre en la posición correcta, porque con esas piernas y esos brazos siempre va a llegar a los balones. Saber utilizar esa envergadura como hecho siempre, por ejemplo, Arpad Sterbik", señaló Svensson.

Unas condiciones físicas idóneas a las que Landin, que disputa en Catar su cuarto Mundial, une una serenidad, no exenta de carácter, que le ha hecho brilla desde que irrumpiera en el panorama internacional con apenas 21 años.

"Es una persona muy tranquila, muy calmada, más bien introvertida, lo que no quiere decir que se calle, dice siempre lo que quiere decir", comentó Svensson, que se afana en Doha porque su pupilo llegue en la mejores condiciones "físicas y mentales" al tramo final de un Mundial, en el que Landin quiere desquitarse de pasadas finales.

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