Las bicicletas vuelven a pasar por la báscula

  • El jurado técnico ha vuelto hoy a someter en la salida de Santo Estevo de Ribas de Sil (Lugo) a un buen número de bicicletas, entre ellas las de los favoritos, a un control de peso.

Santo Estevo de Ribas de Sil (Lugo), 13 sep.- El jurado técnico ha vuelto hoy a someter en la salida de Santo Estevo de Ribas de Sil (Lugo) a un buen número de bicicletas, entre ellas las de los favoritos, a un control de peso.

Por tercera vez en la carrera, las bicicletas han pasado por la báscula para comprobar que no han adelgazado más de la cuenta y están por debajo del peso mínimo establecido por el reglamento de la Unión Ciclista Internacional, 6,8 kilos.

Aunque los ciclistas en las grandes vueltas terminan con un peso bastante menor al que las comenzaron, con porcentajes grasos que en muchos casos se consideraría que rozan la anorexia, las maquinas que montan no pueden en ningún caso bajar de ese peso mínimo.

De hecho, algunos, incluso, se ven obligados a lastrarlas con pesos supletorios para poder alcanzarlo, ya que en estos momentos se pueden adquirir bicicletas en comercios especializados que en la romana se quedan bastante por debajo.

También se contemplan otro tipo de medidas para los diferentes elementos de la bicicleta como la longitud máxima que no puede superar los 1,85 metros y los 50 centímetros de anchura, entre los más destacados.

En la carrera española, los velocípedos de competición también se han visto sometidos en una ocasión a un control con sonda endoscópica en busca de algún elemento adicional y prohibido de ayuda al pedaleo en su interior.

Parte de esta investigación, que dio un resultado negativo, se produjo por la difusión de un vídeo en el que se veía como la rueda de la bicicleta del canadiense Ryder Hesjedal, tras sufrir una caída camino de Alcaudete en la séptima etapa, seguía rotando a gran velocidad.

Mostrar comentarios