Leones y colchoneros, tras los pasos de Ceausescu

  • Dos lugares emblemáticos de la historia rumana, muy ligados a la vida del antiguo dictador comunista Nicolae Ceausescu, acogerán este miércoles a las aficiones del Atlético de Madrid y del Athletic de Bilbao en las horas previas a la final.

Marcel Gascón

Bucarest, 6 may.- Dos lugares emblemáticos de la historia rumana, muy ligados a la vida del antiguo dictador comunista Nicolae Ceausescu, acogerán este miércoles a las aficiones del Atlético de Madrid y del Athletic de Bilbao en las horas previas a la final.

El 'fan zone' que la UEFA ha habilitado para los madrileños estará en el corazón mismo de la ciudad, rodeado de edificios que son testigo de los acontecimientos clave de la historia reciente del país balcánico.

Los colchoneros verán a un lado el Ateneo rumano, la sala de conciertos mas prestigiosa de Rumanía y el centro neurálgico de su vida cultural desde su construcción por el rey Carlos I de Rumanía en 1886.

A sus espaldas quedará el Museo Nacional de Arte, antiguo Palacio Real, donde en 1947 fue forzado a abdicar por el Gobierno filocomunista títere de Moscú el ultimo monarca rumano, Miguel I.

Si los atléticos miran a su derecha verán el aparcamiento del Ministerio del Interior. Allí, los abucheos de la masa presente en un mitin marcaron en diciembre de 1989 el final de Ceausescu, que debió de huir en helicóptero desde el tejado del edificio, entonces sede del Comité Central del Partido Comunista Rumano.

No menos privilegiada es la ubicación del 'fan zone' del Athletic, en el inmenso aparcamiento que aquí llaman la "Plaza de la Constitución".

Los aficionados vascos calentarán motores a la sombra del Palacio del Parlamento, antes Casa del Pueblo, el segundo edificio administrativo más grande del mundo después del Pentágono y en su momento el delirio de Ceausescu, que hoy se ha convertido en el símbolo turístico más reconocible de Bucarest.

De más de dos millones y medio de metros cúbicos de material de construcción, Ceausescu lo hizo edificar a mediados de los años ochenta del siglo pasado para concentrar allí todo el poder del Estado.

Pero una revolución que no esperaba y acabó con su ejecución, le privó de poder estrenar la mayor obra de su cuarto de siglo como líder indiscutible.

Detras del 'fan zone' de los leones se extiende el interminable bulevar de la Unión, antes Victoria del Socialismo, más ancho que los Campos Elíseos de París, por deseo expreso de Ceausescu.

La avenida es parte del mismo proyecto faraónico, y debía servir para los pomposos desfiles en honor del dictador y sus invitados extranjeros en el imponente Palacio.

En los dos 'fan zones', el ayuntamiento de Bucarest movilizará a decenas de voluntarios hispanohablantes para ayudar a los seguidores españoles a arreglárselas en la ciudad y llegar al estadio.

En los alrededores del campo, seis estaciones de metro cambiarán del 6 al 10 de mayo sus nombres con motivo de la final.

Los delanteros del Atlético y el Athletic Radamel Falcao y Fernando Llorente, respectivamente, darán sus nombre a dos de las paradas de metro.

Las otras cuatro se llamarán como viejas glorias del fútbol rumano como Hagi o Dobrin.

La ciudad ha de ser una fiesta, y para que no sea también un caos el ministerio de Educación ha decidido cerrar las escuelas de la ciudad el día de la final.

"Tomamos todas las medidas para que la llegada de decenas de miles de turistas no bloquee Bucarest", ha declarado el alcalde de la ciudad, Sorin Oprescu, que solicitó la suspensión de las clases al ministerio.

Los equipos harán sus ultimas pruebas antes de la final en el estadio de Giulesti del Rapid de Bucarest, equipo fundado por trabajadores ferroviarios y que perteneció durante el comunismo al ministerio de Transportes.

El Atlético se ejercitará en el estadio de Esteban El Grande del Dinamo de Bucarest, que fue el club del Ministerio del Interior y de la Policía.

Cinco mil efectivos de ese ministerio serán desplegados el miércoles para mantener el orden en la ciudad, que afronta uno de los mayores retos organizativos de su historia en su primera gran final futbolística continental.

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