Decía José Mourinho que no volvería a suceder que su equipo encajase otro gol a balón parado. Ese argumento se esfumó como un caramelo en la puerta de un colegio. En el minuto uno del partido contra el Sevilla, Iker Casillas era un espectador de lujo del gol del conjunto andaluz ante la pasividad defensiva de su equipo. Era la tercera vez que el capitán blanco tenía que recoger de las mallas el balón proviniente de una jugada a balón parado esta temporada
En el primer córner del partido, el equipo blanco cometía un error defensivo grave al irse al primer palo y dejar libre de marca a Trochowski,que entró como Pedro por su casa para empujar el balón a la portería.
Los equipos contra los que se enfrenta el Real Madrid están encontrándole las cosquillas al equipo de Chamartín en esta faceta. En la primera jornada de Liga, fue el Valencia en el que sacó petróleo del mal de alturas que está sufriendo la escuadra entrenada por José Mourinho en este principio de temporada. Ese partido acabó empate a uno tras una indecisión de Casillas, que midió muy mal la salida y el centrocampista Jonas pescó en río revuelto.
En la segunda jornada, en un partido en el que todo estaba saliendo como el guión lo indicaba, Valera, en una falta lateral, metía el dedo en la llaga y lograba hacerle gol a Casillas en el Coliseum. El Getafe terminaría llevándose el partido por dos goles a uno.
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