Madrid.- El Real Madrid de Ettore Messina no quiere volver a tropezar en la misma piedra y saldrá mañana en Vistalegre con la intención de sellar su pase a semifinales, donde espera el Caja Laboral.
Levantar una eliminatoria al mejor de tres partidos, tras perder en casa el primero de los enfrentamientos, es una tarea de titanes porque apenas hay margen de maniobra. El Madrid, tras tropezar en casa, se levantó en el Palacio Municipal de Deportes de San Pablo de Sevilla de la mano de Jorge Garbajosa y Louis Bullock, que fueron los mejores.
Messina no tuvo inconveniente en reconocer que su equipo "juega mejor fuera", y que no le importaría "jugar el tercer partido en San Pablo".
Con apenas 48 horas de diferencia apenas hay posibilidad de preparar nada y sólo intentar que los jugadores descansen el máximo posible y se centren en un partido fundamental.
El Real Madrid llega, como es lógico, con la moral más elevada que sus rivales, quienes no pueden evitar pensar que ganar dos partidos seguidos en Vistalegre es algo francamente complicado.
En el coso madrileño, el Real Madrid suele comenzar mal los partidos, sin ritmo y sin acierto, algo que en un partido definitivo de 'playoff' es tan mortal como descerrajarse un tiro en la cabeza.
Sabedores de esta circunstancia, la plantilla quiere dejar de jugar a esa particular 'ruleta rusa' y volver a la senda de su mejor versión, con una buena defensa y una sabia selección de lanzamientos.
En el equipo nadie quiere oír hablar del Caja Laboral, con el que tendrán el factor cancha en contra ya al mejor de cinco partidos, ni de las semifinales y sí centrarse en un Cajasol que ya ha demostrado que es un gran equipo.
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