Los hermanos pedalean dos veces

No son los primeros ni serán los últimos. El mundo del ciclismo siempre ha contado con parejas de hermanos que han coincidido en la misma época. Y siempre se cumplía la misma máxima: uno era mucho mejor que el otro. Mucha gente se acordará de Miguel Indurain o de Laurent Jalabert pero poca, sin desmerecer a nadie, de Prudencio Indurain o de Nicolás Jalabert.

El menor de los Indurain, Prudencio, vivió siempre a la sombra de Miguel. Profesional desde 1991 con el equipo Banesto, hizo las funciones de gregario de su hermano en muchas de las grandes vueltas. Su mejor actuación de manera individual fue en 1996, en la Vuelta al Alentejo (Portugal) donde se adjudicó tres etapas. Del palmarés de Miguel no hace falta decir nada.

Otra apellido que pasará a la historia del ciclismo es Jalabert, sobre todo gracias a Laurent. El francés pasó de ser un sprinter a convertirse en un corredor completo, que disputó el primer puesto en grandes carreras. En 1995 se llevó la Vuelta Ciclista a España. Se retiró en 2002 con casi doscientas victorias. En su familia probó suerte Nicolás. Coincidieron en el CSC un par de años, y aunque es un ciclista de los denominados "luchador" no tiene demasiadas victorias en su palmarés. Actualmente forma parte del equipo Agritubel.

En España ha habido más parejas a lo largo del tiempo. Julián Gorospe, que consiguió 36 etapas, y Rubén Gorospe, tan solo dos; Ángel Casero, vencedor de la Vuelta a España en el año 2001, y Rafael Casero; Igor González de Galdeano, segundo en la ronda española y campeón de España de contrarreloj, y Álvaro, que ganó el título nacional en ruta; o los hermanos Aitor y Unai Osa.

Fuera de nuestras fronteras también hay casos similares. Fausto Coppi, una de las mayores leyendas del ciclismo italiano y mundial, ganador de 4 Giros y 2 Tours, coincidió en la carretera con su hermano Serse Coppi. Eso sucedió a mitad del siglo XX. En la década de los ochenta, uno de los ciclistas más destacados fue el belga Eddy Planckaert, ganador de varias clásicas. Willy y Walter siguieron sus pasos. Incluso su sobrino Jo, y su hijo Francesco.

En el Tour

Una de las mayores curiosidades de esta edición de la ronda gala es que dos parejas de hermanos han coincidido en el pelotón. Por un lado tenemos a dos de los grandes animadores de la carrera, sobre todo en las últimas etapas: hablamos de los Schleck,del equipo Saxo Bank. Andy, con 24 años, es segundo en la general, posición que ya consiguió en el 2007 en el Giro de Italia. Su hermano Frank, cinco años mayor, posee una victoria en el Tour del 2006.

Los Feillu también comparten conjunto, el Agritubel. Romain, el mayor de los dos, fue líder de la ronda gala en 2008 durante un día. Brice, que sólo lleva dos años como profesional, se adjudicó la séptima etapa de esta edición, con final en Ordino-Arcalis, al llegar en solitario a la línea de meta.

Tragedias familiares

Hay dos casos que pasarán a la historia negra del ciclismo y del deporte en general. Los gemelos Otxoa, Ricardo y Javier, fueron atropellados el 15 de febrero de 2001 cuando entrenaban cerca de Málaga. Como consecuencia del accidente, Ricardo falleció. Javier, ganador de una etapa en el Tour del 2000, consiguió salvar la vida, pero le han quedado secuelas permanentes. Ha vuelto a dedicarse al deporte, y como paralímpico se colgó una medalla de oro y otra de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

Mariano Rojas era una de las grandes promesas del ciclismo español, tras un arrollador paso por las categorías inferiores. Un trágico accidente de coche, cuando se dirigía a disputar el Campeonato de España, acabó con su carrera a mediados de 1996. En la actualidad corre en el Caisse d'Epargne su hermano menor, José Joaquín Rojas, que consiguió un tercer puesto en la sexta etapa del actual Tour.