Los penaltis acaban con el sueño mundialista español

Umag (Croacia), 9 jul.- La selección española femenina de balonmano playa vio truncado definitivamente el sueño mundialista, tras caer hoy por 2-1 ante Hungría en una tanda de penaltis que privó a España del quinto puesto, el último que concedía una plaza para el Mundial de Brasil.

La decepción no impidió al seleccionador español, Pedro Moreno, destacar el excelente papel del conjunto español en un Campeonato de Europa que España afrontó, a causa de las bajas, con un rejuvenecido equipo en el que debutaban hasta seis jugadoras al máximo nivel internacional.

"Al equipo no se le puede pedir más de lo que ha hecho, ha plantado cara a todos los rivales y durante muchos momentos ha estado, incluso, por encima de sus posibilidades", señaló Moreno, que no pudo ocultar el agridulce sabor que le deja la sexta plaza.

España estuvo en disposición de mejorar ese puesto, pero al igual que ocurrió en la segunda fase del torneo, en el que la selección cayó también en los penaltis ante las húngaras, la fortuna no estuvo del lado del equipo español.

La excelente actuación de la portera magiar Agnes Gyori, que acabó por desesperar a las española en la primera manga, y el larguero, que repelió los dos últimos lanzamientos de penalti del conjunto español, impidieron a España lograr un triunfo, que les hubiera permitido sellar el pasaporte para Brasil.

El objetivo parecía realmente lejano para las españolas en la primera manga, en la que las jugadoras de Pedro Moreno se estrellaron una y otra vez ante la guardameta magiar, que con su prodigiosa actuación permitió a Hungría anotarse por 18-11 el primer parcial.

Pero si Hungría tiene una excelente portera, no lo es menos la española Mercedes Castellanos, que con sus intervenciones dio la confianza necesaria a sus compañeras para encarar una segunda manga, en la que Gyori no tuvo la oportunidad de brillar.

Las alas Susana Martínez y María José Moreno afinaron el punto de mira y superaron una y otra vez a la guardameta magiar, que en esta ocasión no pudo evitar el triunfo español, que se apuntó la segunda manga por un ajustado 17-19.

El empate que llevó a la siempre imprevisible tanta de penaltis, en la que España se estrelló contra el larguero, que repelió los dos últimos lanzamientos, de portería a portería, del equipo español, que vio esfumarse de la manera más amarga (8-6) el sueño de Brasil 2012.