Los retos de 'Lord Coe' para superar la crisis del atletismo

  • Presentado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) como "el mejor" para restaurar la credibilidad de su deporte, el presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), el británico Sebastian Coe, se enfrenta a un desafío de magnitudes faraónicas, con los escándalos de dopaje y corrupción como prioridades.

"La tolerancia cero en materia de dopaje es ya una realidad en mi deporte y haré todo lo posible para que se mantenga un alto nivel de vigilancia en todo momento", afirmó Coe nada más ser elegido presidente, el pasado 19 de agosto en Pekín.

Más allá de esa declaración de intenciones, el dos veces campeón olímpico de 1.500 metros (1980 y 1984) anunció el 5 de enero que se doblaba el presupuesto antidopaje, de 3,7 a 7,4 millones de euros, así como el número de atletas analizados, de 500 a 1.000.

En medio de los últimos escándalos, la Federación Británica de Atletismo (UKA) ha pedido que los récords mundiales sean borrados, pero Coe no es favorable ya que sería un asunto muy espinoso. Pese a que el propio Coe sabe que muchas plusmarcas, especialmente femeninas, son más que sospechosas.

Sobre Rusia, donde el dopaje institucionalizado fue subrayado y denunciado por la comisión investigadora de la AMA, Coe y la IAAF suspendieron el 13 de noviembre al país de cualquier competición internacional.

La delegación de Moscú podría verse privada de competir en el atletismo de los Juegos de Rio-2016. Una comisión de expertos trabaja actualmente sobre la política de reformas que ha impulsado el atletismo ruso para que la suspensión sea levantada.

La IAAF discutirá una primera vez sobre los esfuerzos rusos en el mes de marzo, en una reunión coincidiendo con el Mundial de media maratón en Cardiff.

La corrupción ha manchado la imagen del atletismo, como ha ocurrido también en 2015 con la del fútbol.

"La corrupción desvelada es absolutamente repugnante, es una gran traición por parte de los que están implicados. No se puede cambiar el pasado, pero estoy decidido a que aprendamos la lección para no repetir errores", indicó 'Lord Coe'.

La comisión independiente de la AMA precisó la implicación de Lamine Diack, expresidente de la IAAF, de su clan familiar y de colaboradores rusos en el caso.

El otro asunto caliente y que podría tomar amplitud en las próximas semanas afecta a las sospechas sobre la atribución del Mundial de atletismo a algunos países.

Las dudas se centran sobre todo en Eugene (Estados Unidos), elegida para la edición de 2021 sin pasar por el proceso habitual. Una decisión sospechosa, teniendo en cuenta que la ciudad de Oregón es la cuna de la marca deportiva Nike, de la cual Coe fue embajador durante 38 años, antes de dimitir a finales de noviembre.

La incertidumbre se extiende también a Doha-2019 y Londres-2017.

"Todo lo que sé es que la candidatura de Londres se hizo según las normas, al clásico estilo británico", afirmó el viernes el patrón del atletismo británica Ed Warner.

La comisión investigadora de la AMA puso también el acento en el curioso aumento de 6 a 25 millones de dólares de los derechos de retransmisión del Mundial de Moscú-2013 por las televisiones rusas, tras un "acuerdo de patrocinio" con el banco ruso VTB.

Una nota del informe sugiere también que Tokio habría ganado la organización de los Juegos Olímpicos de 2020 a cambio de jugosos contratos de patrocinio ante la IAAF.

Esa nota "escapa a nuestra comprensión", reaccionó el comité organizador de los Juegos-2020, en una declaración transmitida a la AFP.

En estas condiciones, Coe necesita que el atletismo recupere la credibilidad lo ante posible.

"El atletismo debe ser un deporte en el que los atletas, los aficionados, los patrocinadores, la prensa e incluso los padres tengan la seguridad de estar en igualdad y en el que el esfuerzo limpio sea reconocido", argumentó Coe en su hoja de ruta el 6 de enero.

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