Los torneos medievales regresan a España seis siglos después

  • Recuperar la historia de la Edad Media y revivir una época de caballeros y castillos disfrutando al mismo tiempo de la naturaleza y el deporte son algunos de los objetivos de la Liga de Combate Medieval, que el próximo mes de mayo organizará el primer Campeonato Mundial en el castillo de Belmonte (Cuenca).

Madrid, 5 feb.- Recuperar la historia de la Edad Media y revivir una época de caballeros y castillos disfrutando al mismo tiempo de la naturaleza y el deporte son algunos de los objetivos de la Liga de Combate Medieval, que el próximo mes de mayo organizará el primer Campeonato Mundial en el castillo de Belmonte (Cuenca).

El éxito de series televisivas como "Juego de tronos" o videojuegos como "War of Warcraft" han vuelto a poner de moda la épica, como demuestra el crecimiento de los adeptos a las recreaciones históricas y los combates medievales.

Los participantes de estos torneos caballerescos, ambientados en los siglos XIV y XV, reconstruyen campamentos de época desprovistos de las comodidades modernas pero aprovechando los recursos históricos y rurales del entorno.

"No sólo ofrecemos el espectáculo de la lucha, que es increíble, sino también el respeto por la historia. Hay cientos de personas viviendo como en el medievo y una oferta cultural enorme", explica a Efe el actual capitán de la Selección Española de Combate Medieval, Cristian Bernal.

Esta actividad, a medio camino entre el deporte de contacto y la investigación histórica, surgió en el este de Europa hace más de 20 años y desde entonces se ha ido extendiendo por el resto del continente.

En 2010 Ucrania acoge la primera edición del torneo internacional "Battle of Nations" con participación del equipo anfitrión, Rusia, Bielorrusia y Polonia, y en 2012 Enric Giménez y Cristian Bernal se convirtieron en los primeros luchadores españoles en un torneo internacional, en la fortaleza de Faucon Noir (Francia).

"Vi los combates por internet, me gustó mucho la idea y quería vivir la experiencia de luchar de verdad. Hablé con un amigo, nos equipamos y nos fuimos al extranjero a luchar", explica Bernal.

Bajo los principios de seguridad, honor, deportividad y juego limpio, la Federación Internacional de Combate Medieval (IMCF por sus siglas en inglés) ha fijado a principios de 2014 las normas que regirán los torneos, ya que hasta ahora cada equipo tenía las suyas: desde las técnicas de lucha permitidas hasta las armas o las categorías de combate.

Además de los duelos individuales, existen tres modalidades de lucha en grupo: tres contra tres, cinco contra cinco y dieciséis contra dieciséis, compitiendo en una liza de distintas dimensiones según el número de contendientes.

El equipamiento de los torneos es sometido a una rigurosa inspección histórica, estética y técnica que incluye requisitos como el grosor del acero, especialmente en cascos y yelmos, el peso de armas y escudos o la obligación de usar de forma conjunta un escudo y una espada que daten de la misma época y región.

"No puedes ir con una armadura que te inventes: un comité internacional verifica si es histórica", afirma Bernal, "las únicas licencias, al ser muy duro el combate, son por seguridad, como los guanteletes, porque si no se rompen dedos fácilmente".

Bernal liderará la selección española en este primer torneo que se celebrará en España, entre el 1 y el 4 de mayo, en el castillo de Belmonte, donde se reunirán cientos de participantes de 15 países distintos.

"Estos campeonatos son cosas muy serias: en otros países los luchadores profesionales reciben un sueldo todo el año por entrenar, aunque nosotros lo hacemos como podemos ya que no somos profesionales", pese a lo cual no renuncian a "ser campeones en nuestro grupo y participar en todas las categorías".

El perfil del luchador medieval español es variopinto: "Yo soy buceador profesional, tenemos un teniente de artillería, un cocinero, un ingeniero naval, un enfermero psiquiátrico...", lo que no les impide "desarrollar un sentimiento de compañerismo e incluso hermandad".

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