Messi se impone a la falta de chispa de Argentina y quiere ser protagonista en el Mundial

    • Cuando peor estaban los argentinos, sin ideas, y el partido tocaba a su fin, soltó un zurdazo, la pelota cogió efecto y entró ajustadísima al poste derecho.
    • Los miles de seguidores argentinos estallaron de júbilo tras pasar por momentos de pánico y angustia por el mal juego y la horrible imagen que estaba dando su selección.
Messi celebra su segundo gol en el Mundial
Messi celebra su segundo gol en el Mundial
Ulises Sánchez Flor

Messi salva del ridículo a Argentina. Un zapato, en el minuto 91, vale para derrotar a Irán en un partido en el que la albiceleste estuvo contra las cuerdas. Sobre todo en la segunda parte, en la que el portero argentino, Sergio Romero, realizó tres intervenciones decisivas para evitar que Irán se adelantara en el marcador. Reza, el delantero iraní, fue una pesadilla para el equipo de Alejandro Sabella. Cuando peor estaban los argentinos, sin ideas, y el partido tocaba a su fin, emergió la figura del Messi desde un costado para fabricarse otra de esas jugadas que valen para desequilibrar un partido. Soltó un zurdazo, la pelota cogió efecto y entró ajustadísima al poste derecho. Los miles de seguidores argentinos estallaron de júbilo tras pasar por momentos de pánico y angustia por el mal juego y la horrible imagen que estaba dando su selección.

Messi no está bien. No se le ve con chispa, ni la frescura que le hace ser un futbolista arrollador, ni tiene esos cambios de ritmo que le convierten en imparable y en una pesadilla. Pero está ahí en el momento de mayor presión y asume la responsabilidad. En el minuto 59 desperdició una de sus mejores ocasiones en un disparo desde la frontal en el que, sorprendentemente, no supo ajustar a una de las esquinas de la portería. De esas jugadas ha convertido cientos de goles. En las faltas tampoco estuvo atinado. Sufrió un férreo marcaje y se le notó ausente en diferentes fases del partido. No corre con la explosividad que le ha convertido en un futbolista de otro planeta. Físicamente sigue sin estar a un buen nivel.

Pero se resiste a no ser protagonista en este Mundial. Se juega mucho después de una temporada en la que ha estado bajo sospecha por su rendimiento en el Barcelona y en la que ha sufrido con distintos asuntos extradeportivos. Tiene el gen competitivo que le hace diferente y acaba de salvar de una catástrofe a su selección porque la imagen que ha dado el equipo ante Irán es pobre y este gol salvador no puede ocultar que Argentina no juega a nada.

Es increíble que una selección con futbolistas del nivel de Higuaín, Agüero, Di María, Mascherano y otros como Gago, Palacio o Lavezzi se tengan que poner en manos de Messi para solventar un partido ante Irán. Sabella señaló con sus cambios al Kun e Higuaín, a los que quitó faltando diez minutos para intentar buscar ese gol a la desesperada con Palacio y Lavezzi. En esa segunda parte le escamotearon un penalti a Irán. Argentina adolece de creación en el centro del campo, de velocidad en la circulación del balón, de profundidad y peligrosidad. El Kun, llamado a ser una de las estrellas de este Mundial, lleva dos partidos (Bosnia e Irán) sin aparecer. Di María no es el torbellino de futbolista que se exhibe en el Real Madrid, pero lo intenta con más regularidad. Es una selección plana que no transmite pasión ni buen fútbol. Solo Messi, con su orgullo y calidad, es capaz de sacar adelante a este equipo. Lo hizo con un gol ante Bosnia y lo ha vuelto a repetir con otro ante Irán.

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