Messi se multiplica para que el Barcelona no eche de menos a Xavi

  • Llegó el Barcelona con cuatro bajas importantes al campo del Mallorca, pero Messi desatascó un partido complicado haciendo su parte y la del ausente Xavi. Al final, los azulgranas ganaron con más comodidad (0-3) de la que mostraba el encuentro antes de la aparición estelar del argentino.
Mallorca v Barcelona - La Liga
Mallorca v Barcelona - La Liga
Jorge Ramírez Orsikowsky

Más trampas que una película de chinos tenía el partido para el Barcelona. Jugaba ante un rival que ya sacó un empate (1-1) del Camp Nou. Se enfrentaba a un técnico, Michael Laudrup, al que los azulgranas todavía no habían ganado ni cuando dirigía al Getafe ni ahora en el Mallorca. Por último, aunque parecía todavía más importante, el Barcelona contaba con cuatro bajas importantísimas: Valdés, Puyol, Alves y Xavi.

No pintaban bien las cosas en la primera mitad para los de Guardiola, atascados y sin capacidad de respuesta ante los bermellones. Adriano es una mala copia de Alves, no se acerca ni de lejos al despliegue de su compatriota en ataque, un puñal en la banda derecha. Keita, por su parte, cumplía de sobras en el corte junto a Busquets, pero no daba a la circulación del balón el ritmo que le imprime el de Tarrasa.

En estas circunstancias, y con el Mallorca cómodo en el césped del Iberostar Estadi, Messi decidió retrasar su posición para mejorar el juego de ataque de su equipo, que había permitido que Aouate estuviera casi inédito. Con la selección argentina, La Pulga no ha brillado cuando ha jugado más lejos de la portería (Maradona puede dar fe de ello), pero en el Barcelona es otra cosa. Empezó a encontrarse con Iniesta y fruto de una pared con el manchego estuvo a punto de llegar el primer gol del partido. Su fallo sorprendió a todos.

A Messi se le pide goles, y más viendo la facilidad con que los consigue. El argentino no es un futbolista que perdone muchas ocasiones, y a la segunda batió al guardameta israelí del Mallorca. Curiosamente, Keita mostró en esa jugada la clarividencia de Xavi con un pase bombeado por encima de la zaga rival. Messi, que había iniciado la jugada pasado el centro del campo combinando varias veces con el malí, en la función de Xavi, respondió al regalo con un control con la cabeza perfecto, y un posterior remate con la testa que se tragó Aouate, que se quedó a media salida ante la exhibición circense del delantero. Un dos en uno del argentino, que hizo lo suyo y lo del ausente.

Su tanto fue vital porque fue como un torpedo a la moral de los baleares, que veían que podían llegar al descanso con el marcador a cero y sin pasar apuros. Ya en la segunda parte, Villa pulverízó las ilusiones de los jugadores del Mallorca, que se quedaron en nada con el posterior golazo de Pedro. Para entonces, Messi ya no tenía que bajar tanto porque los de Laudrup habían bajado los brazos y la presión no era tan agobiante. Un gran trabajo de los locales que se quedó en nada porque Messi también sabe jugar como Xavi.

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