Miles de aficionados dieron la bienvenida a la Copa del Rey sin incidentes

  • Madrid.- Decenas de miles de aficionados madridistas dieron esta madrugada la bienvenida al Real Madrid y a la Copa del Rey de fútbol en la plaza de Cibeles, en una fiesta en la que no se registraron altercados ni incidentes de consideración.

Decenas de miles de aficionados dan la bienvenida a Madrid a la Copa del Rey
Decenas de miles de aficionados dan la bienvenida a Madrid a la Copa del Rey

Madrid.- Decenas de miles de aficionados madridistas dieron esta madrugada la bienvenida al Real Madrid y a la Copa del Rey de fútbol en la plaza de Cibeles, en una fiesta en la que no se registraron altercados ni incidentes de consideración.

Desde la medianoche cuando llegaron a la plaza los primeros aficionados hasta casi las cinco de la mañana, cuando terminó la celebración, el Samur realizó un total 42 atenciones sanitarias, todas ellas de carácter leve, y dos traslados a hospitales por precaución.

Los casos atendidos han sido caídas, torceduras, algunos mareos y cortes, todas ellas incidencias típicas de las acumulaciones de un gran número de personas en un espacio reducido, según ha indicado un portavoz del Samur.

Tras llegar al aeropuerto de Barajas procedentes de Valencia a las tres de la madrugada, los jugadores se trasladaron hasta el Santiago Bernabéu para abordar el autobús descubierto e iniciar su recorrido triunfal por el Paseo de la Castellana hasta la Plaza de Cibeles.

Centenares de aficionados flanquearon el paso del vehículo hasta la fuente de Cibeles, donde decenas de miles de seguidores estallaron de júbilo cuando sus héroes llegaron a la plaza con la Copa del Rey, conquistada por el club blanco en Valencia ante el Barcelona, al que ganaron por 1-0.

Cumpliendo con la tradición, los jugadores saludaron a los miles de aficionados desde una pasarela montada alrededor de la fuente, aunque fue el capitán del equipo, Iker Casillas, el único autorizado a subir a lo más alto de la escultura por colocar alrededor del cuello de la diosa una bandera de España con el escudo madridista.

Las celebraciones comenzaron al borde de la medianoche cuando Alberto Undiano Mallenco, árbitro de la final, ponía fin a un encuentro que ha entrado en la historia del Real Madrid, que logró recuperar la Copa después de 18 años.

A partir de ese momento la capital española, convertida casi en una ciudad fantasma al coincidir el trascendental partido con la salida de vacaciones de Semana Santa, comenzó a recobrar vida cuando los seguidores blancos se lanzaron a la calle para festejar el título.

Gritos de júbilo, bocinas de vehículos de todo tipo accionadas por sus emocionados conductores rompieron la hasta entonces tranquilidad de las principales avenidas madrileñas, mientras personas de todas las edades se dirigían hacia la mítica fuente, rodeada desde horas antes por un fuerte dispositivo de seguridad formado por unos trescientos agentes.

Ni la lluvia ni la larga espera de cuatro horas hasta la llegada del equipo logró enfriar los ánimos de los seguidores blancos, que no dejaron de saltar, cantar y gritar jaleados por el servicio de megafonía montado para tal efecto.

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