Mireia Belmonte, la 'leona' que guía a la manada española

Lo ha vuelto a hacer en Rio. Cuatro años después de obtener la primera medalla olímpica para España en Londres, la nadadora Mireia Belmonte abrió la cuenta de la delegación hispana en la ciudad brasileña, con un bronce en los 400 metros combinados.

La "leona de Badalona" vuelve a guiar al equipo olímpico español hacia las medallas, con un bronce "agónico", logrado en las últimas brazadas.

"Me he tirado un poco rara, un poco cansada, al final veía el bronce (al alcance) y he luchado hasta el final, hasta que ya no podía más, hasta que ya no tuve más fuerzas en mi cuerpo y al final he superado a la inglesa", declaró en zona mixta al finalizar la prueba.

Belmonte admitió que vio muy difícil el podio. "Tras los primeros 50 lo he visto bastante lejos, pero no he dejado de luchar hasta que no podía más y al final he ganado la medalla".

En la prueba, en la que la húngara Katinka Hosszu se hizo con el oro con récord mundial incluido, Belmonte remontó en los últimos metros para colgarse el bronce: "Los 100 últimos fueron agónicos. En los últimos siete u ocho ya ni respiraba, solo braceaba hasta tocar con la mano (la pared de la piscina para parar el crono) y que sea lo que Dios quiera".

Belmonte, que en Londres ganó la plata en los 800m libres y los 200m mariposa, dos de las pruebas que nadará en Rio, se mostró muy satisfecha de volver a abrir la cuenta de preseas para su país. "Espero haber abierto la puerta a muchas más medallas", señaló.

"Personalmente, no me he fijado un objetivo de medallas. Hay que luchar por todas las pruebas y lo que sea será", añadió la joven de 25 años, que volvió a Rio diez años después de participar en el Mundial juvenil que le abrió las puertas de la élite de la natación.

Desde entonces, Belmonte pasó por muchas decepciones, sobre todo en los Juegos de Pekín-2008 y el Mundial de Shanghai-2011, en los que no se metió en ninguna final de las cuatro pruebas en las que participó en cada uno de los dos eventos.

Pero Londres fue una liberación, con sus dos medallas, que confirmó un año después, en casa, en Barcelona, con dos platas (una de ellas en los 400m combinados) y un bronce en seis finales mundialistas.

Ahora, ya con una presea al cuello, la "leona" puede ser más peligrosa que nunca y aún le quedan cuatro oportunidades para dar más zarpazos. "Mi estrategia es disfrutar de cada competición. Con esa idea llego a estos Juegos, porque cuando disfrutas es cuando mejor te salen las cosas", había dicho en los días previos a la competición.

Y la coqueta Mireia, radiante de felicidad en el podio, es la única esperanza de la natación española de brillar en Rio.

España obtuvo en Londres-2012 un total de 17 medallas y este bronce de Belmonte es la 134 presea de la historia del deporte olímpico español, entre Juegos de invierno y de verano.

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