Morientes vuelve a cruzarse en el camino de Florentino

  • Madrid.- Fernando Morientes, ganador de tres Copas de Europa con el Real Madrid, vuelve a la que fue su casa con otra camiseta, en esta ocasión con la del Olympique de Lyon francés, en un nuevo cruce de caminos con Florentino Pérez, al que sus goles en el Mónaco empujaron en el 2004 a su único año sin títulos.

Morientes vuelve a cruzarse en el camino de Florentino
Morientes vuelve a cruzarse en el camino de Florentino

Madrid.- Fernando Morientes, ganador de tres Copas de Europa con el Real Madrid, vuelve a la que fue su casa con otra camiseta, en esta ocasión con la del Olympique de Lyon francés, en un nuevo cruce de caminos con Florentino Pérez, al que sus goles en el Mónaco empujaron en el 2004 a su único año sin títulos.

Morientes no olvida aquella noche. El madridismo menos. Era el 24 de marzo de 2004 cuando todo parecía sentenciado. Un gol que incluso fue aplaudido por la que fue su afición, el 4-2, mientras el "Moro" dedicaba el tanto, lanzando sus manos al cielo, a los fallecidos por el atentado terrorista en los trenes de cercanías de Madrid en aquel fatídico 11-M.

Pocos iban a pensar que en el partido de vuelta los "galácticos" firmasen una de sus noches más negras e iniciasen la caída libre. En Mónaco tras el gol inicial de Raúl González, dos de Giuly y, de nuevo, Morientes, iniciaron años de sequía en una Liga de Campeones en la que el Real Madrid lleva un lustro sin superar la barrera de los octavos de final.

El Barcelona logró la temporada pasada el triplete que de sueño estuvo cerca de hacer realidad el Real Madrid de Carlos Queiroz, que sirve de ejemplo ahora para Manuel Pellegrini para apostar por las rotaciones. Aquel equipo llegó fundido a la hora de la verdad para irse por la puerta de atrás de Europa, ante el Mónaco, perder la Copa del Rey ante el Real Zaragoza en Montjuic y dejar escapar una amplia ventaja en Liga de ocho puntos.

Aquel gol aplaudido por el Bernabéu de Morientes acabó siendo definitivo y sirvió para que protagonizase su segunda etapa en el Real Madrid, un año en el que nunca supo digerir bien la suplencia, previo a su marcha a la 'Premier League', al Liverpool de Rafa Benítez, donde también ganó una Liga de Campeones.

Han pasado cinco años y Fernando regresa al Bernabéu adentrándose en el último capítulo de una carrera repleta de éxitos. "Cuando pisas el césped del Bernabéu sientes toda la historia del Real Madrid", dice horas antes de volver a ser protagonista en el coliseo madridista.

Su paso por el Liverpool, el Valencia y ahora el Olympique de Marsella, le convierten en uno de los delanteros más experimentados de la Liga de Campeones, al que Didier Deschamps sabe como exprimir en momentos claves.

"Ha hecho goles toda su carrera por todas las partes donde ha estado. Para el Marsella es un jugador importante en el campo y fuera de él", asegura el técnico con el que fue máximo goleador de la Liga de Campeones cuando le dirigió en aquel Mónaco que fulminó al Real Madrid y llegó hasta la final para acabar cediendo ante el Oporto de José Mourinho.

El madridismo no olvida las tres Copas de Europa que Morientes conquistó vestido de blanco, su gol en la final de la temporada 1999-2000, en París al Valencia, ni las dos Ligas, tres Supercopas, dos Intercontinentales y la Supercopa de Europa que ganó. Provoca el respeto de la afición. Los aplausos cuando vuelve a pisar el Bernabéu, donde el primero en recibirle con un abrazo será el capitán, su íntimo amigo, Raúl.

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