Mourinho ya ejerce como el nuevo galáctico de Florentino

Por algo es uno de los entrenadores más laureados del mundo. La expectación que despertó la presentación de José Mourinho en la sala de prensa del Santiago Bernabéu sólo es equiparable, en las últimas temporadas, a la de su compatriota Cristiano Ronaldo. Cuando cámaras y cámaras esperan impacientes la salida de alguien, es que algo grande sucede en las entrañas de Chamartín.

Llegó The Special One puntual, a las 13 horas, como estaba previsto. Fue el primero que entró, acompañado por el director general del club blanco, Jorge Valdano. Florentino no quiso acaparar los focos en la presentación de su nuevo galáctico. Tras casi tres minutos dedicados a posar ante las cámaras, comenzó su etapa como técnico merengue.

Valdano y Mourinho sonrientes, como queriendo dejar atrás esas ideas futbolísticas que tanto le separan. "Durante mi etapa como comunicador, en alguna ocasión hablé de José en términos agresivos. También él me contestó en esos mismos términos". Así zanjó Valdano cualquier problema al respecto. Mou escuchaba serio, como sin prestar atención a las palabras de su nuevo director general.

Tras excusarse por su pobre español, afirmó no saber si ha nacido para entrenar al Real Madrid pero sí para el fútbol. Ese era el comienzo de su etapa como técnico blanco. Por delante cuatro años para seguir con su exitoso palmarés. Si la rueda de prensa de presentación de Mourinho sea como las del resto del año, la diversión no estaría garantizado, como sí ha hecho en ocasiones.

El portugués parecía cansado, quizá por el viaje. Mou contestaba a las preguntas de manera paciente pero con un tono muy pausado, como guardando fuerzas para todo lo que le espera durante la próxima temporada. Ese terreno mitad provocativo mitad arrogante, donde tan a gusto se siente Mourinho. Tras casi media hora esbozó su primera sonrisa al contestar una pregunta sobre Raúl, con el cual reconoció haber hablado esta misma mañana en Valdebebas.

Parece que a Mou le dio energía esa cuestión. A partir de ahí, comenzó a sentirse más cómodo, más bromista, más sonriente...en su salsa., sore todo cuando se le mencionó al Barcelona. El portugués, al final sí, mostró cómo será cuando esté delante de un micrófono. Y se acabó considerando "un gran entrenador". Una hora después se marchó, de primero, como llegó. The Special One ya es el nuevo galáctico del Real Madrid y ya se comporta cómo solamente él sabe. Diversión no faltará. A Mou trabajo, tampoco.