Una característica que define a una selección como la paraguaya desde hace años es seguridad defensiva. Y eso es porque siempre ha tenido centrales rocosos y muy firmes en el juego aéreo. Una pareja que marcó en la Albirroja durante la década de los noventa fue la formada por Carlos Gamarra y Celso Ayala.
Ahora hay alguien que quiere seguir sus pasos. Se trata de Antolín Alcazar (San Roque González de Santa Cruz, , Paraguay; 30 de julio de 1982). El central no es precisamente el futbolista más conocido en su país como sí sucede con los Lucas Barrios o Roque Santacruz. Es más, su presencia en Sudáfrica es casi una apuesta personal del seleccionador, Gerardo Martino.
Pero con su solvencia en el centro de la zaga se ha convertido en un fijo, y en el encargado de parar a Torres y Villa. Y no sólo eso, sino que se ha permitido el lujo de subir al ataque y marcar un tanto, el que le endosó a Italia en el primer partido de Paraguay en este Mundial. El año que viene jugará la Premier con el Wigan, tras su paso por el Brujas. Un futbolista que dará que hablar.
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