El partido fue como se esperaba: duro, competido, difícil. España no fue capaz de imponer su estilo de juego más de cinco minutos seguidos, y gran parte de mérito fue de Paraguay, que buscó, con una gran presión y numerosas acciones rozando el límite del reglamento, cortar las alas de los de Del Bosque. El árbitro, un desastre todo el partido, facilitó la labor de los paraguayos con una permisividad exagerada.
La Selección se puso el mono de trabajo y todos se dejaron hasta la última gota de sudor. No era un partido para lucirse, era un partido que había que ganar por lo civil o por lo criminal, y España demostró tener madurez suficiente para ello.
Tras una primera parte de ida y vuelta, en la que nadie era capaz de controlar el juego, tras el descanso llegaron las emociones fuertes. Mediada la segunda mitad, el partido se volvió loco en cinco minutos, y pudo derivar hacia cualquiera de los dos lados. Piqué hizo un penalti infantil sobre Cardozo por culpa de un despiste en la marca, pero Casillas por fin apareció en este Mundial y atajó el lanzamiento. El capitán evitó una situación de máximo peligro, y en la siguiente jugada se generó la oportunidad de España para adelantarse.
Villa se introdujo en el área y fue derribado por un defensa guaraní, señalando el colegiado su segunda pena máxima en apenas dos minutos. Xabi Alonso fue el encargado de lanzarlo, y en primera lo transformó, pero tuvo que repetirlo al adelantarse jugadores durante el lanzamiento. En la segunda oportunidad, Justo Villar adivinó el lanzamiento del de Tolosa, pero cometió un nuevo penalti sobre Cesc al intentar blocar su propio rechace. Esta vez, Baltrés, el árbitro guatemalteco, no señaló la infracción.
España estaba siendo superior y se merecía el gol. Y el que nunca suele faltar a su cita es Villa. De nuevo, como ante Portugal, fue un gol con color azulgrana. Busquets inició la jugada con un pase a Xavi, quien lo prolongó, con un taconazo, hacia Iniesta. El de Fuentealbilla condujo con clase entre los centrales paraguayos, cediendo en el momento justo para que Pedro, encontrara una buena posición de tiro dentro del área. El canterano culé estrelló su lanzamiento contra el poste izquierdo de Paraguay, pero allí estaba el 7 de España, que recogió el rebote, y con suspense, anotó el gol de la victoria y que mete a 'la Roja', por primera vez en su historia, en las semifinales de un Mundial.
Hubo sufrimiento en los minutos de finales, con una nueva intervención milagrosa de Casillas, pero gracias al temple de jugadores como Cesc, Xavi e Iniesta, la selección escondió el balón y se guardó el billete a la siguiente ronda en el bolsillo. Allí estará Alemania, que será, de nuevo, otro rival duro de verdad.
Ficha técnica:
0 - Paraguay: Justo Villar; Verón, Alcaraz, Da Silva, Morel; Barreto (Vera, m.64), Riveros, Víctor Cáceres (Barrios, m.84), Santana; Valdez (Santa Cruz, m.72) y Cardozo.
1 - España: Iker Casillas; Sergio Ramos, Piqué, Puyol (Marchena, m.84), Capdevila, Busquets, Xabi Alonso (Pedro, m.75), Iniesta, Xavi, Villa y Fernando Torres (Cesc, m.56).
Gol: 0-1, M.83: Villa.
Árbitro: Carlos Batres (GUA). Amonestó a Piqué (m.58), Cáceres (m.59), Alcaraz (m.59), Busquets (m.63), Morel (m.71) y Santana (m.87)
Incidencias: Partido de cuartos de final del Mundial de Sudáfrica 2010 disputado en el estadio Ellis Park de Johannesburgo ante unos 55.000 espectadores. Antes de iniciarse el partido Justo Villar e Iker Casillas, capitanes de Paraguay y España, leyeron un manifiesto contra el racismo y la discriminación.
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