Parece no haber roto un plato, pero sobre los terrenos de juego rompe muchos. El de Fuentealbilla, pequeño pueblo albaceteño que siempre recuerda, es uno de los mejores futbolistas del mundo. Eso sí, para ello tiene que acompañarle la suerte, es decir, que las lesiones no le rompan su estado de forma, como desgraciadamente le ha ocurrido en alguna campaña.
Esta recién terminada temporada, una inoportuna rotura en el bíceps femoral, que ya le había avisado previamente, le hizo perderse la recta final del campeonato y de la Champions. Desde el prisma de La Roja, algo más que positivo. El medio culé llega más descansado que muchos de sus compañeros y eso le puede permitir brillar a su manera, a lo grande.
Iniesta siempre parece estar en un papel secundario. Los malabarismos que hace sobre el campo o cuando combina con Xavi o Messi, entre otros, son de un grande en esto del fútbol. Su reservado carácter, lejos de los más mediáticos, parece quitarle importancia a su juego, pero es todo lo contrario.
El canterano de La Masía se ha convertido en uno de los referentes del Pep Team y de La Roja. Sus rápidas incursiones por banda, sobre todo cuando ingresa hacia el centro le convierte en un auténtico puntal ofensivo. Si Iniesta está en forma, España tendrá mucho ganado en su camino hacia el título mundial.
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