Novedad en el Barça de Guardiola: hay que remontar una eliminatoria

Desde que Pep Guardiola es entrenador del Barcelona, no ha hecho más que cosechar éxito tras éxito. El técnico de Santpedor se ha convertido en el entrenador de los seis títulos y lo consiguió a lo grande, llevándose todas las eliminatorias que disputó de calle y sufriendo sólo en las semifinales de Champions ante el Chelsea.

Sin embargo, el Barcelona se enfrenta a una situación nueva en la era Guardiola: tener que remontar una eliminatoria. El 1-2 del Sevilla en el Camp Nou en la ida provoca que los azulgranas tengan que salir de principio a ganar.

El Barcelona disputó el año pasado ocho eliminatorias, cinco de Copa del Rey y tres de Champions, y en ninguna de ellas perdió el partido de ida y  tuvo que salir a remontar.

En la Copa, y antes de derrotar al Athletic en la final, el Barcelona eliminó primero al Benidorm, ganando 0-1 en la ida y repitiendo marcador en la vuelta en el Nou Camp. En octavos se cruzó con un hueso, el Atlético de Madrid, pero no le importó: 1-3 en el partido de ida en el Calderón y 2-1 en una vuelta que tuvo sabor a minutos de la basura.

Los cuartos de final midió a los de Guardiola con el Espanyol en un derbi por todo lo alto: el 0-0 de la ida en Montjuic dejó todo abierto para la vuelta, donde el Barça se clasificó para semifinales ganando por 3-2. Y en la penúltima ronda, el Mallorca de Goyo Manzano poco pudo hacer ante los azulgrana, ya que el 2-0 de la ida en campo azulgrana dejó sentenciado el resultado para la vuelta en el Ono Estadio, donde empataron a uno.

Campeón de Europa sin remontar

En Champions, todo fue similar. El Barça se clasificó para octavos de final siendo campeón de su grupo y el sorteo le emparejó con el Olympique de Lyon. Los azulgrana empataron en la ida 1-1 en Francia y sentenciaron en la vuelta por 5-2 en casa.

Los cuartos de final dejaron una eliminatoria a priori abierta ante el Bayern Munich, pero nada más lejos de la realidad. El Barça, con una primera parte primorosa en el Nou Camp, sentenció la eliminatoria ganando en la ida por 4-0, mientras en la vuelta sólo tuvo que aguantar el resultado arrancando un empate a uno en el Allianz Arena.

Las semifinales fueron lo más parecido a una remontada que hasta ahora haya tenido el Barça. El Chelsea arrancó un valioso empate a cero en Barcelona, lo que obligaba a los británicos a tener que ganar en Stamford Bridge para clasificarse para la final. Lo hicieron durante muchos minutos, pero el gol de Iniesta dictó sentencia a poco del final.

Con estos precedentes, el partido ante el Sevilla se presenta como algo nuevo para las huestes azulgranas. Afrontar un partido con la necesidad de salir a ganar para seguir vivo en la competición es algo que no ha necesitado el Barça hasta ahora. ¿Qué hará Guardiola? Este miércoles lo veremos.