Óscar Pereiro: "Este Tour es diferente a todos los de la historia y Quintana parte como favorito"

El 15 de julio de 2006 Óscar Pereiro (3 de agosto de 1977, Pontevedra) daba un golpe sobre la mesa en el Tour de Francia tras entrar segundo en la meta de Montelimar. Aquella tarde, el ciclista español se vistió de amarillo en la 'Grande Boucle' tras una escapada de más de 210 kilómetros en la que sacó 29.59 a Floyd Landis. Días después se subiría al segundo puesto del podio en París y un año más tarde la organización le entregaba el maillot amarillo en el CSD tras la descalificación del ciclista americano por dopaje. El acto fue frío pero esa victoria aún sigue caliente en la memoria del ciclista y de una afición española que le sigue guardando reverencia por conseguir un hito al alcance de muy pocos.

-Han pasado cinco años de su retirada, ¿tiene morriña cada vez que llega julio?

-Sí, por la ropa nueva, las gafas y las bicicletas pero poco más. Siempre echas de menos lo que se vive en las horas previas y lo bonito que es todo pero una vez que se inicia la carrera lo que se sufre no me da morriña ninguna.

-Este Tour no tiene nada que ver con el de 2006 que usted ganó.

-Es un Tour muy atípico. No sé si es el mejor de los últimos años pero si es el único que sale con cuatro candidatos a ganarlo. Siempre ha habido uno o dos corredores por encima del resto pero lo de este año no es normal.

-Los ciclistas van a necesitar piernas para las siete etapas de montaña.

-Sólo hay 14 kilómetros de contrarreloj y después una por equipos donde no se suele perder tanto tiempo. Hay mucha montaña y eso abre mucho el abanico. Eso hace que Purito pueda estar cerca y que también corredores como Thibaut Pinout puedan tener opciones. Lo que coincidimos todos los corredores es que es un Tour diferente a todos los de la historia. Para ganar normalmente tienes que ser buen escalador y defenderte en crono pero éste es para escaladores puros.

-¿A quién ve como favorito?

-Yo veo favorito a Nairo Quintana porque por su condición de escalador le viene al dedo. Hay que ver como recupera Contador del Giro, Nibali no ha estado al nivel de los grandes este año pero hay que ver si puede estar como el Tour pasado y Froome llega en forma pero hay que ver si está como en el pasado.

-Contador buscará coronarse en París después de ganar el giro, ¿misión imposible?

-Desde la época de Miguel Indurain nadie ha conseguido el doblete que intenta Alberto. Está claro que darla juego y será el más valiente pero habrá que esperar a la última semana. Hay que ver la resaca que le ha podido dejar el Giro de Italia.

-No es descabellado compararlo con Indurain.

-No son descabelladas a día de hoy. Alberto, sin esas dos grandes vueltas que le quitaron estaríamos hablando que tendría nueve grandes y estaría a la altura de los mejores de la historia. Si consigue el Tour después de ganar el Giro sería para quitarse el sombrero y arrodillarse ante él.

-¿Ve a Valverde con opciones?

-No me gusta pronunciarme sobre Alejandro porque creo que va a ser uno de los corredores que mejor rinda. Siempre ha tenido la ansiedad y la presión de llevar un equipo a sus espaldas y este año no será así. La gente le señala como un fracasado en el Tour pero no son conscientes del tipo de corredor que es y todas las victorias que lleva. Ahora no tiene ninguna responsabilidad. No lo podemos meter entre los favoritos pero estará allí.

-¿Qué le falta para ganar un Tour?

-Es que en el mundo del ciclismo y en España parece que si no ganas el Tour no eres un gran corredor. Ha ganado una Vuelta España, ha conseguido podios y ha ganado clásicas. El Tour es una carrera especial y tiene que darse todo de cara para poder conseguirlo. Una carrera así de 21 días no permite errores y se le resiste. Eso sí, siempre ha estado en la pomada.

-¿Entiende que tanto a Contador cómo a Valverde se les mire con escepticismo tras su sanciones por dopaje?

-La sanción de Alberto se produjo en 2010 y estamos en 2015. Han pasado cinco años y ha seguido ganando. Esto es parecido a lo que ocurre con Valverde, tras cumplir sanción volvió y demostró que es calidad pura y dura.

-Qué daño ha hecho el dopaje al ciclismo…

-Es un problema que este deporte no supo atacar de la manera que debería. También la prensa y la gente de a pie no le han dado el mismo trato que a otro tipo de deportes.

-¿No entiende que la gente mire con desconfianza al ciclismo después de todos los casos de dopaje?

-Evidentemente, la gente tiene la mosca detrás de la oreja con el ciclismo pero cuando la carrera empieza a rodar los que realmente saben de deporte y lo aman dejan a un lado todo esto. En esta vida cada uno tiene la libertad de pensar como quiera. Yo soy de los que digo que en esta vida hasta que no se demuestre lo contrario eres inocente. El problema del ciclismo es que somos culpables hasta que tú mismo demuestras que eres inocente.

-La confesión de Armstrong hizo mucho daño.

-Claro que ha hecho daño, muchísimo, eso está claro. Pero ahora es un ciclismo diferente. Qué el corredor que más veces se vistió de amarillo acabara así afectó mucho. Hay gente que entiende que para excusar al ciclismo echo mierda a otros deportes. En el ciclismo no se pueden negar casos de dopaje pero no se hacen cosas diferentes en otros deportes. Hay muchos productos que en el ciclismo se consideran dopantes y que en otros deportes no son positivo.

-¿Y cuál sería la solución?

-La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) debería imponer las mismas sustancias y controles a todos los deportes. Y ahí valoraremos la cantidad de positivos que hay en el ciclismo porque cuando vamos a la estadística vemos que aquí no es donde más positivos hay.

-La gente ya ha creado un perjuicio alrededor del ciclismo.

-Cuando hay un problema el que se informa sólo ve la palabra positivo y no sabe ni la sustancia ni el por qué. Hay que hacer entender a la gente que este deporte no hace nada diferente y que simplemente está visto con lupa. Yo lo tengo claro: cuando tú vas por una autopista con más tráfico es más probable que te encuentres con un radar camuflado que cuando vas por una carretera de pueblo.

-A usted también se le relacionó con el dopaje en 2006, ¿qué pasó?

-Fue por la falta de comunicación entre la federación francesa antidopaje y la UCI. En Francia confirmaron mi positivo por salbutamol y no sabían que tenía un permiso de la UCI para tomar ventolin.

-A pesar de todos los escándalos la gente sigue en las cunetas.

-Todos estos casos han hecho un efecto inverso. A medida que van pasado casos y casos, el que ama este deporte sabe que las cosas no son tan malas como las pintan. Yo nunca he visto tantos ciclistas en la carretera y tantas muestras de cariño.

-¿Qué recuerdos tiene de su victoria en 2006?

-Fue una experiencia de la leche. Hace poco hice la etapa donde me puse líder. Es lo más grande porque desde pequeño sueñas con estar donde ves a la gente desde el sofá. Nunca imaginé que pudiera pasar.

-Aquella escapada en Montelimar…

-Saqué 29 minutos a Landis pero llevaba perdidos 28 y pico. El día anterior fue el peor de todos los que pasé en el Tour por que sufrí una deshidratación. Al día siguiente lo recuperé y pude vestirme de amarillo.

-¿Se quedó con la pena de no haberlo podido celebrar en el podio?

-Cuando lo piensas y ves en la ceremonia la cara y ojos de cada ciclista si te da un poco de pena no haber podido vivir ese momento. Pero bueno, tampoco puedo estar recordando cómo podía haber sido. Para mí ser segundo en el Tour de Francia después de todo lo que había vivido era un logro. Jamás me podía imaginar que podía suceder. Después con el paso de los días si que eres consciente de que perdiste la oportunidad de vivir un momento histórico.

-Nadie daba un duro por usted.

-Para mí hacer segundo en el Tour no entraba en mi cabeza ni en la de ningún loco de las apuestas que se hubiera hecho millonario si hubiera metido dinero a mi victoria. Para Alberto o Miguel tras ser segundo podrían sentirse que no ha salido todo lo mejor posible pero yo pienso que conseguí algo que nunca había imaginado.

-Una experiencia única.

-Oficialmente soy el ganador del Tour pero al final te tienes que quedar con las vivencias de cada día y con el paso del tiempo te sientes ganador del Tour de Francia pero sabes que te perdiste uno de los momentos más bonitos que se pueden vivir como ciclista.