Oxford reta hoy a Cambridge para iniciar la 157 edición de su regata

  • Londres.- Nueve estudiantes de la reconocida universidad inglesa de Oxford y otros tantos de su competitiva rival de Cambridge se dan cita hoy en las riveras del Támesis, en la zona oeste de Londres, para iniciar la tradicional regata cuyo origen se remonta a un desafío entre dos amigos en 1829.

Londres.- Nueve estudiantes de la reconocida universidad inglesa de Oxford y otros tantos de su competitiva rival de Cambridge se dan cita hoy en las riveras del Támesis, en la zona oeste de Londres, para iniciar la tradicional regata cuyo origen se remonta a un desafío entre dos amigos en 1829.

Charles Merivale, estudiante en Cambridge entonces, y su compañero de escuela Charles Wordsworth, sobrino del poeta William Wordsworth, tuvieron la idea y el 12 de marzo de ese año la Universidad de Cambridge lanzaba el reto a la de Oxford. Nacía así a una competición que celebra mañana su 157 edición.

"Sabemos que todo viene de aquel reto entre los dos chicos, aunque lo que vemos hoy es una evolución de aquello más de cien años después. Eso es lo más fascinante de este acontecimiento", explicó a Efe el entrenador del equipo de Cambridge este año, Steve Trapmore.

Con la única excepción del período que ocuparon las dos guerras mundiales, la regata Oxford-Cambridge se ha disputado cada año de manera ininterrumpida desde 1858, rodeada de una expectación creciente entre la población de todo el Reino Unido.

El rodaje de un documental, "The Oxford and Cambridge University Boat Race", a finales del siglo XIX convirtió esa regata estudiantil en un hito nacional cuya estampa ha sido frecuente después en el cine occidental.

Tradición y ganas de exponerse al sol -si la ya llegada primavera lo permite- se unen el último sábado de marzo o el primero de abril cada año en el barrio londinense de Putney, desde donde ocho remeros y un timonel a bordo de cada embarcación inician, en dirección oeste, los 6,4 kilómetros de recorrido por el río hasta Mortlake, vecindario ubicado cuatro puentes más allá de la salida.

Detrás de ese espectáculo final, al que la organización prevé que acudan este año unos 250.000 visitantes, quedan meses de estrictos entrenamientos en cada club y minuciosas pruebas de selección para componer los equipos.

Cada mes de septiembre, un enorme grupo de alumnos de las dos universidades se presenta a unos exámenes menos teóricos, pero quizá más duros que los de sus aulas. Entre ellos serán elegidos los remeros de la siguiente edición de la regata.

La gran criba se realiza en diciembre, cuando cada club reduce sus opciones a un máximo de 28 atletas. Divididos éstos en distintas tripulaciones, se ponen a prueba en dos competiciones de las que ya saldrán los finalistas.

Una condición para que los participantes puedan seguir adelante es que todos combinen los entrenamientos diarios con sus estudios en las respectivas universidades, Oxford o Cambrigde, que por cierto, aceptan a mujeres como timonel, el encargado de marcar el ritmo de las remada al resto de la tripulación y a quien se le exige ser de peso ligero.

Quizá por los beneficios de la delgadez y la pequeña estatura han podido acceder las mujeres a esa posición. Sue Brown fue la primera fémina que compitió en la regata en 1981 como timonel, pero todavía no las ha habido quienes se sitúen al frente de los remos.

Este año habrá una mujer como guía de la tripulación de Cambridge, universidad ganadora de la regata en 2010 tras cuatro años sin saborear el título y la más laureada a lo largo de la historia (este año buscará su triunfo número 80).

La tradición dicta que el perdedor del año anterior, en esta ocasión Oxford, debe retar al otro club en busca de una revancha, Cambridge, que el sábado situará sobre la aguas del Támesis la embarcación más pesada, con una media de 92,58 kilos por participante, y la más experimentada.

"Las dos universidades tienen tripulaciones fuertes, pero hay un poco más de experiencia en el equipo de Cambridge. No obstante, en cuanto a calidad, los dos grupos son similares esta vez", indicó Trapmore.

El lugar de salida, costado derecho o izquierdo del río, lo marcará el azar, elegido por una moneda y en función a las corrientes de ese día en el río.

Frente a ese estricto y centenario protocolo, en otro extremo de Londres, tendrá lugar a la misma hora la tercera edición de la bautizada como "carrera de cabras Oxford y Cambridge".

A través de una página web (www.thegoattrace.org) y una cuenta en facebook (facebook.com/thegoatrace), los propulsores de esa competición alternativa tratan de despertar el interés de nuevos seguidores, que amplíen el millar congregado el año anterior.

Ataviadas con vistosos complementos, en sintonía con unas alforjas de color azul oscuro o claro -en representación de los equipajes que distinguen las canoas de Oxford y Cambrigde-, dos cabras correrán por el empedrado de la granja de Spitafields, en el este, en busca del mismo reconocimiento que los deportistas universitarios.

Por Celia López

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