Özil, Cesc, Baptistao, Diego Costa y Jaime

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Roberto Morales

Madrid, 21 abr.-

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-- MESUT ÖZIL.

La afición del Santiago Bernabéu quedó huérfana de magia en el pase al espacio el día que José María Gutiérrez cerró su larga etapa en el Real Madrid. Se marchaba un mago y pocos imaginaban que su sucesor llegaría de Alemania con una brillantez que le sitúa entre los mejores jugadores del planeta.

A Özil sólo le falta gol. Más de un entrenador le han invitado a chutar más pero a él le hace feliz el pase. Regalar goles es su especialidad y en cuanto el alemán encuentra continuidad en el aspecto físico deslumbra. Pepe Mel le calificó como un diamante a la altura de los gigantes Leo Messi y Cristiano Ronaldo. El futuro lo dirá. De momento nadie discute a un jugador que sorprende cuando entra en contacto con el balón y que cambie el sentido del juego blanco.

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-- CESC FÁBREGAS.

Sin Leo Messi se abre un nuevo panorama en el Barcelona en el que se ha reivindicado Cesc Fábregas. Otra vez. Porque él necesita hacerlo más que nadie. Porque a él se le exige más que a otros fichajes de coste elevado al ser un canterano por el que el club tuvo que hacer un gran desembolso para su regreso. Es algo que siempre lleva a cuestas y en cuanto su línea cambia a descendente en algún partido desafortunado reaparece la sombra de la sospecha.

La ha borrado del mapa de nuevo Cesc a base de goles. Con Messi entre algodones para Liga de Campeones, Fábregas asumió el peso del gol sin ser delantero. Es tan buen futbolista que ha acoplado su fútbol a la posición en la que le toque jugar. De ver el fútbol de cara a hacerlo de espaldas como falso nueve. De dar paredes a lanzarlas y culminar acciones. Su gol al Levante derribó un muro y puso a la vista el título liguero.

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-- LEO BAPTISTAO

Ocurra lo que ocurra en la recta final del campeonato el Rayo Vallecano ya ha cumplido. En los últimos partidos no estará su mejor jugador. El brasileño Leo Baptistao se volvió a dañar la clavícula y se perderá lo que resta de temporada. No podrá exhibir más su velocidad, verticalidad y pegada.

Y nadie sabe si podrá volver a hacerlo con la franja roja rayista. Leo siempre fue valorado como una perla de la cantera de Vallecas. Una lesión frenó su salto al primer equipo con Sandoval pero se convirtió en futbolista imprescindible para Paco Jémez. El interés de equipos no ha tardado en llegar y el Rayo está en su eterno dilema. Vender para crear nuevos proyectos y seguir sacando jugadores, o esperar para sacar más dinero en un futuro traspaso. Baptista en su primer año en la elite se ha ganado lo mejor.

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-- DIEGO COSTA.

Diego Costa explotó esta temporada ciertos comportamientos polémicos que provocaron que muchos le tomasen la matrícula. Es un futbolista que igual que exhibe un fútbol brillante lo acompaña con una dosis de lucha que le convierte en un deportista que siempre "va a la guerra". Nunca se amilana, lo que le convierte en un fijo del 'Cholo' Simeone que siempre justifica sus comportamientos.

Hay equipos que ya saben lo que deben hacer para que Diego Costa no saque a relucir su juego. Le buscan, le provocan y el brasileño al final cae. Estaba apercibido de sanción y vio una cartulina amarilla injusta que le hará perderse el derbi madrileño. Con todo el estadio en contra y once rivales provocándole acabó simulando una agresión y pudo ser expulsado. Simeone tardó en sustituirle y se marchó desafiando al público. Es la cara que los atléticos no quieren ver de uno de los jugadores del campeonato.

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-- JAIME JIMÉNEZ

Fue 'Zamora' de Segunda división y pieza clave del Real Valladolid del ascenso. Comenzó con la confianza de Miroslav Djukic. Le duró ocho jornadas porque un error ante el Real Betis cambió la prioridad de porteros y frente al Málaga le llegó el turno a Dani Hernández. El futuro de Jaime pasaba a estar en el aire.

En su contrato figura una cláusula de renovación automática por partidos. Si jugaba el 70% de la temporada ya habría sumado un año. Su situación cambió de golpe y esta jornada demostró en Granada que no se le ha olvidado parar. Hizo intervenciones salvadoras, hasta nueve paradas y dio un punto al Valladolid que prácticamente sella a permanencia ante un Granada frente al que saldó una cuenta personal. Estaba destinado a jugar en Los Cármenes pero el Granada 74 pasó al destierro.

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