Perico inauguró Luz Ardiden con un triunfo entre la niebla

  • Pedro Delgado ganó su primera etapa en el Tour de Francia en 1985, un triunfo en la cima pirenaica de Luz Ardiden que ese año fue meta por primera vez en la historia y que posteriormente se ha subido en seis ocasiones con otros tres triunfos españoles, los de Laudelino Cubino, Miguel Indurain y Roberto Laiseka.

Lavaur (Francia), 13 jul.- Pedro Delgado ganó su primera etapa en el Tour de Francia en 1985, un triunfo en la cima pirenaica de Luz Ardiden que ese año fue meta por primera vez en la historia y que posteriormente se ha subido en seis ocasiones con otros tres triunfos españoles, los de Laudelino Cubino, Miguel Indurain y Roberto Laiseka.

El segoviano inauguró con un triunfo épico la cima en la estación de esquí situada a 1.720 metros.

"La táctica nos salió bordada, fue una de las etapas más emocionantes del Tour, que se jugó entre la niebla, sin que los espectadores pudieran ver mucho", rememora el ex ciclista, ahora comentarista televisivo.

"Perico" recuerda que en el autobús del equipo Seat Orbea, el director Txomin Perurena había programado un ataque de Peio Ruiz Cabestany en el descenso del Col d'Aspin para preparar su ofensiva en el siguiente puerto, el terrible Tourmalet, y rematar en Luz Ardiden. "Es una cima que siempre se ha dado bien", asegura el segoviano.

El plan salió a la perfección. Cabestany se marchó del grupo en el lugar programado y Pedro atacó a falta de cuatro kilómetros para coronar el Tourmalet, escapándose de un grupo en el que figuraban los tenores del pelotón, entre ellos el líder Bernard Hinault.

Cabestany ayudó en el llano a "Perico" que llegó al pie de Luz Ardiden con una renta algo superior a un minuto.

"Había mucha niebla y no se veía nada, las referencias eran algo confusas", explica el segoviano, que afrontaba los 13,3 kilómetros de ascenso con una pendiente media del 6,8 por ciento, pero con rampas superiores al 10 por ciento.

Del pelotón de perseguidores saltó como una centella el colombiano Lucho Herrera, que por entonces estaba en la cumbre de su carrera.

Las diferencias de Delgado iban bajando. "A cada kilómetro que pasaba me decían que tenía diez segundos menos. Incluso pensé esperar a Herrera, ponerme a su rueda y tratar de disputarle la etapa", afirma el español.

La niebla dificultaban la retransmisión de imágenes y también la toma de referencias. "Estaba un poco a ciegas, hubo un rato en el que no me daban ya más referencias", asegura. "Miraba hacia atrás para ver si venía alguien y Txomin me gritaba que apretara los dientes, que tirara para arriba".

Cuando éstas volvieron a llegar, estaban estancadas en el medio minuto. "Retomé confianza, me dije que la victoria era posible y me centré en el ascenso", cuenta.

Al final culminó en solitario con 25 segundos de ventaja sobre Herrera y más de cuatro minutos sobre Hinault, que mantuvo el jersey de líder y que lo llevó hasta los Campos Elíseos. El de Segovia terminó sexto aquel Tour, pero logró la primera de sus cuatro victorias en la ronda gala.

Después el Tour ha situado una meta provisional en esa estación de esquí en otras seis ocasiones. El noruego Dag Otto Lauritzen ganó dos años más tarde y luego se sucedieron las victorias de Laudelino Cubino, la única que consiguió en el Tour, el año siguiente, en la que Delgado, tercero, dejó vista para sentencia su victoria final en el Tour.

En 1990 ganó Indurain cuando todavía era un gregario de Delgado, pero en esa cima dejó un augurio de la racha de sus cinco triunfos consecutivos que comenzaría al año siguiente.

El penúltimo, en 1994, también lo cimentó en Luz Ardiden, donde sacó más de tres minutos al suizo Tony Rominger, su más directo rival, aunque la victoria ese día fue para el héroe local Richard Virenque, un día después del 14 de julio, fiesta nacional gala.

En 2001 Roberto Laiseka logró en esa cima la primera victoria del equipo Euskaltel en el Tour de Francia y en 2004 el estadounidense Lance Armstrong privó a Iban Mayo de lograr su segundo triunfo.

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