Príncipe de Asturias: los 'eternos rivales' Casillas y Xavi logran su quinto título juntos

    • Un Mundial sub-20, dos Eurocopas y un Mundial absoluto. Ese es el increíble palmarés que comparten Casillas y Xavi y al que hoy añaden el Premio Príncipe de Asturias.
    • La Fundación Príncipe de Asturias reconoce en ellos "los valores de la amistad y el compañerismo, que sirven como ejemplo para los jóvenes".
Casillas y Xavi se abrazan tras un Madrid-Barcelona
Casillas y Xavi se abrazan tras un Madrid-Barcelona
Manu Albarrán

Casillas y Xavi reciben hoy el Premio Príncipe de Asturias. Un jugador del Real Madrid y otro del Fútbol Club Barcelona. La máxima rivalidad deportiva unida por dos personas que, más allá de su competitividad, son capaces de ser buenos ganadores y mejores aún perdedores cada vez que se enfrentan en un terreno de juego.. Eso sí, cuando ambos se unen, demuestran que la unión hace la fuerza, que el hombre está hecho para vivir en paz y no en guerra, que juntos se pueden lograr más cosas que separados.

Y es que el palmarés de ambos es increíble. Casillas acumula 19 títulos, mientras que Xavi llega hasta los 24. En común tiene cuatro de ellos, quizá cuatro de los más importantes para los dos. Uno desde la portería y el otro en el medio del campo, se han erigido como pilares fundamentales de la selección española, desde sus inicios en las categorías inferiores hasta el equipo que dirige hoy día Vicente del Bosque.

Una larga trayectoria de amistad

Precisamente desde abajo es desde donde Iker y Xavi comenzaron a forjar una amistad irrompible y donde cosecharon sus primeros éxitos. Se conocieron en el Mundial sub 17 en Egipto, donde lograron la medalla de bronce. Su primer título junto.

Dos años má starde, ambos acudieron al Mundial sub20 de Nigeria, donde lograron proclamarse campeones después de superar dificultades de todo tipo. Casillas fue el héroe de cuartos al detener un penalti a Ghana en la tanda de desempate en la que Xavi anotó el primero de España. Además, el de Terrasa marcó dos goles, uno en octavos de final y otro en semifinales. Así, consumaros la venganza contra una Ghana que les había eliminado en las semifinales dos años antes.

En aquel torneo empezó el idilio entre la selección española y África, al igual que comenzó a deslumbrar la figura de Iker Casillas como portero (le salió bien la apuesta a Iñaki Sáez) y la de Xavi como jugador de medio campo con una habilidad especial para jugar rápido y bien.

Nueve años de espera

Hasta nueve años después, ambos no volverían a sonreír a la vez. Pasarían las Eurocopas y los Mundiales sin que pudieran levantar un título juntos. Hasta que llegó el año 2008. El 'tiki-taka' de Andrés Montés describía un fútbol de toque y de creación. Los futbolistas habían dejado la rudeza de un leñador para imitar la belleza del artista.

El estilo ofensivo de España, no impidió que la 'Roja' sufriera en su camino hacia la Eurocopa. Iker tuvo que sacar la capa de héroe en cuartos para detener dos penaltis. Xavi no faltó a su cita con el gol -marcó el primero de los tres goles españoles en semifinales ante Rusia- y se confirmó como el mejor 'cerebro' de Europa y del mundo, junto a Iniesta, dirigiendo a una España que asombró con su juego.

Sobre el césped del Ernst Happel de Viena, Xavi y Casillas pudieron volver a plasmar su amistad en uno de los momentos más felices de sus vidas. El madridismo y el barcelonismo se unieron por primera vez desde hacía mucho tiempo, dejando atrás sus diferencias.

Sin embargo, lo mejor para Iker y Xavi aún estaba por llegar. Dos años después de ganar en Austria y Suiza, España llegó a Sudáfrica como gran favorita para alzar su primer Mundial en categoría absoluta. El recuerdo de la Eurocopa y del lejando Mundial de Nigeria eran las credenciales de un equipo que logró afianzar su carisma con la llegada de Del Bosque.

En la salud y en la enfermedad

La derrota inicial ante Suiza hizo mucho daño a un país al que la ilusión parecía cegar. En esos momentos tan duros salieron Casillas y Xavi, como capitanes, para recordar que más importante que la victoria eran el esfuerzo, la lucha, el sacrificio, el grupo. Así fue como nació la España campeona y así sería cómo España debía recuperarse. Repetimos, Casillas y Xavi salieron. Los dos juntos. Como un equipo; no como dos rivales.

Las victorias ante Honduras y Chile le dieron el pase a octavos a España, cuya rival en el primera partido a vida o muerte fue Portugal. El gol de Villa metió a la 'Roja' en cuartos de final, ronda con la que Casillas parece tener un especial 'feeling'. El mostoleño volvió a ser clave parando un penalti a Cardozo cuando el partido iba empate a cero.

Pero donde realmente Casillas y Xabi brillaron fue en la gran final. Iker mostró su mejor cualidad: parar cuando tiene que hacerlo. Holanda no inquietó en exceso los dominios del portero, pero siempre que lo hizo se encontró con un muro imposible de superar. Bien lo sabe Robben. En ataque, Xavi y su pandilla (Iniesta, Alonso, Pedro, Cesc o Navas) desesperaron a Holanda moviendo tan rápido el balón que ni el ojo humano parecía poder seguirlo.

A completar el ciclo

Casillas y Xavi, esos amigos que fueron campeones del mundo juveniles, lo eran también absolutos. Pese a ello, el ciclo de felicidad aún no había acabado. La Eurocopa 2012 en Ucrania y Polonia también se vino para la Península. Y eso que, de nuevo, el inicio fue peor de lo esperado. El 'catenaccio' italiano consiguió frenar a España y le arrancó un valioso empate.

A partir de ahí, España se vino arriba y empezó a arrasar hasta semifinales, donde Portugal clamaba venganza por lo sucedido en Sudáfrica. Los lusos sobrevivieron hasta los penaltis. Allí, Xabi Alonso les dio esperanzas de eliminar a la 'todocampeona' pero Casillas se superó a sí mismo deteniendo dos penaltis. En el último partido, España se tomó la revancha ante Italia demostrando que el 'jogo bonito' puede con cualquier sistema ultra defensivo.

En el Olímpico de Kiev Casillas y Xavi vivieron su último momento de éxtasis juntos. Allí ponían el punto (y seguido, de momento) a una relación que ha superado cualquier barrera. Ellos son el vivo ejemplo de que el fanatismo de unos pocos y las ganas de mezclar cosas que no tienen nada que con el deporte nunca van a acabar con la esencia del mismo. La humildad, el esfuerzo, el respeto, la amistad, el valorar la victoria y la derrota y el reconocer al otro como igual son cosas que sólo se aprenden si uno quiere. Casillas y Xavi han querido desde siempre. Por eso son ejemplo dentro del campo y también fuera. Por eso son campeones de todo como futbolistas y ganadores del Príncipe de Asturias como personas.

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