Qué tiene que hacer Mourinho para que el Real Madrid no acabe haciendo el ridículo

    • El patrón del barco, José Mourinho, ha tomado las riendas del buque y actúa a su antojo
    • Florentino Pérez no quiere guerras en el interior del equipo y no dudará a la hora de tomar medidas

Con la suplencia de Casillas en el estadio del Málaga comenzó la revolución
Con la suplencia de Casillas en el estadio del Málaga comenzó la revolución
Reuters
José Luis Avilés
José Luis Avilés

Las aguas andan revueltas en la 'Casa Blanca'. El patrón del barco, José Mourinho, ha tomado las riendas del buque y actúa a su antojo, no tiene piedad con todos aquellos que osan cuestionar sus acciones. Una circunstancia que ya sufrió Jorge Valdano y que a día de hoy parece estar padeciendo Iker Casillas en forma de suplencia. Sin embargo, esta actitud nunca ha sido del agrado del dueño del navío. Florentino Pérez no quiere guerras en el interior del equipo y no dudará a la hora de tomar medidas.

Por todo ello, el técnico portugués habría de virar el rumbo del buque y encontrar aguas más tranquilas en las que navegar. No solamente para salvar su cuello al frente del navío, sino también para evitar que este acabe por hundirse en mitad de un océano alejado de los grande puertos de Europa. Para evitar esto, le recomendamos a José Mourinho seguir los siguientes consejos en pos de reflotar a un equipo que, sobrado de talento, necesita la motivación y la tranquilidad necesarias para conseguir las victorias.

Para empezar, debería dejar a un lado posibles riñas internas. Argumentar la suplencia de Iker Casillas alegando que se encontraba "en una zona de confort permanente" carece por completo de validez, al tratarse del capitán de un combinado nacional que, por primera vez en su historia, ha ganado dos Eurocopas y un Mundial de forma consecutiva. Todos los aficionados conocen la competitividad y el compromiso de Casillas con el club.

"Quien juegue ante la Real Sociedad no jugará el miércoles", ese puede ser el primer paso. Repartir minutos siempre es síntoma de que todo marcha bien y de que no existen movimientos conspiratorios en ninguna dirección. No es porque no juegue Adán, es porque la parroquia madridista necesita saber qué pasa.

Además, poco se le puede achacar a Iker Casillas en las derrotas que ha sufrido el equipo a lo largo de la temporada. El 'Santo', en su línea habitual, ha reflotado al equipo cuando más asediado se encontraba. El problema reside en el sistema de juego. Los contragolpes que el año pasado se tornaron demoledores esta campaña no lo son tanto.

Quizá Cristiano Ronaldo, Di María, Özil y Benzema no sean ya pólvora suficiente para culminar las jugadas y el equipo, aunque en la misma proporción de defensa/ataque, debería vascular más para aglutinar más efectivos en tareas ofensivas. Ante el Málaga fueron tan obvios como innumerables los contragolpes en los que Cristiano y Di María habían de ingeniárselas por sí solos para tratar de batir a Willy Caballero.

Una vez solventados los problemas internos mire a su alrededor. Mire el club para el que trabaja, quién preside el club, quién es su presidente de honor... Son muchos los factores que evidencian que al Real Madrid le gusta navegar por aguas tranquilas. Tiene un plantel sobradamente preparado y que atesora la suficiente calidad como para iniciar campañas bélicas contra elementos como la prensa, a los cuales considera nocivos. Piense que si la prensa actúa así es porque usted le da motivos para ello.

La temporada no se encuentra en el más idílico de los escenarios para sus aspiraciones, pero el barco aún no se ha hundido. Tiene el rédito y los recursos suficientes como para llevar a buen puerto el navío que ahora comanda, pero un mal giro de timón puede dar al traste con todo. Y, como bien sabe, ese viraje se puede acometer de mil formas distintas y no es lo mismo encallar con una roca visible desde la superficie que con una que no pudo prever. En sus manos está que el equipo acabe salvando los muebles o haciendo el ridículo.

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