Rafa Nadal, el eterno 'emperador' de París: la historia de una resurrección

  • Muchos le dieron por terminado cuando acabó 2015 sin un torneo del Grand Slam por primera vez en una década. Desde allí descendió aún más en el ránking, pero resurgió.

    Con la incorporación de Moyá a su equipo, 2017 ha marcado el regreso del mejor Nadal. Avisó en Australia y brilló en Montecarlo, Barcelona y Madrid, hasta llegar a Roland Garros. 

Nadal, el héroe eterno de París.
Nadal, el héroe eterno de París.
L.I.

En los tres años entre el noveno título de Rafa Nadal en Roland Garros, en 2014, y el décimo, logrado este domingo, la estrella española ha vivido un calvario de problemas físicos que hicieron temer por el futuro de su carrera, pero pudo resurgir de unas cenizas que no eran tales, para recuperar su mejor tenis.

En 2014, Nadal ganó la final en París al serbio Novak Djokovic y pudo mantener su número 1 del ránking ATP, pero esa posición le iba a durar muy poco.

En el siguiente 'grande', Wimbledon, fue eliminado en los octavos de final por un joven australiano de 19 años, Nick Kyrgios, que entonces empezaba a despuntar y que era 144º del mundo. Djokovic le arrebató después el número 1 del mundo.

El inicio de la temporada norteamericana sobre pista dura estuvo marcada por su anuncio de una lesión en la muñeca derecha, que le impidió defender sus títulos en Toronto, Cincinnati y, sobre todo, en el Abierto de Estados Unidos.

En octubre, Nadal bajaba al tercer puesto del ránking. En el torneo de Basilea, el español fue derrotado por un adolescente croata, Borna Coric (17 años, 124º del mundo entonces).

Ante la enésima constatación de que no estaba en forma, dio por acabada su temporada y no disputó el Masters 1000 de París-Bercy y el Masters ATP de final de curso.

A principios de noviembre fue incluso operado de apendicitis, lo que le tuvo en reposo las siguientes semanas. El año 2015 fue el primero que Nadal acabó sin un torneo del Grand Slam desde hacía una década, lo que hizo que muchos le dieran ya por terminado.

En el Abierto de Australia cayó en cuartos ante el checo Tomas Berdych y su caída en cuartos de Miami contra su compatriota Fernando Verdasco le hizo bajar al 5º lugar en la clasificación.

En la temporada sobre tierra se confirmó que Nadal no estaba al nivel que tenía acostumbrado, sin poder ganar en sus participaciones en Montecarlo, Barcelona y Madrid. Un mal presagio para Roland Garros, donde Novak Djokovic le superó claramente en cuartos (7-5, 6-3, 6-1).

Nadal continuaba su caída en la clasificación (10º). En Wimbledon le dejó fuera el alemán Dustin Brown en segunda ronda y en el Abierto de Estados Unidos Fognini en la tercera. Acabó el año quinto de la ATP, pero sin ningún Grand Slam ganado.

El año 2016 no empezó bien, con la eliminación en primera ronda contra Verdasco en el Abierto de Australia, pero luego sí brindó algunas alegrías, principalmente, con los novenos títulos en Montecarlo y Barcelona.

En Roland Garros, sin embargo, sorprendió antes de su partido de tercera ronda con una rueda de prensa en la que se declaró baja por sus problemas en la muñeca izquierda.

"El tendón está sufriendo y si sigo se va a romper", explicó en una conferencia de prensa en la capital francesa. También se perdió luego Wimbledon y su obsesión fue estar recuperado para los Juegos Olímpicos de Rio-2016, a los que pudo acudir, después de haberse perdido Londres-2012 por una lesión de rodilla, y ser el abanderado de su país en la inauguración en Maracaná.

En el torneo individual, el argentino Juan Martín Del Potro le ganó en semifinales y el japonés Kei Nishikori en el duelo por el bronce, pero pudo colgarse el oro en dobles masculinos, junto a Marc López.

La temporada no continuó bien en el Abierto de Estados Unidos, con su eliminación en octavos ante el francés Lucas Pouille. En Shanghai, en octubre, perdió en primera ronda contra Viktor Troicki y dio por terminada su temporada para recuperarse de sus problemas de muñeca.

Con Carlos Moyà como incorporación a su equipo de trabajo, el año 2017 ha marcado el regreso del mejor Nadal. Avisó ya de ello en el Abierto de Australia, donde llegó a su primera final del Grand Slam desde la de París en 2014, aunque cayó allí contra Federer, que le ganó también en la final de Miami.

Pero en la tierra, Nadal sí pudo encadenar títulos: décima corona en Montecarlo y Barcelona, antes de la quinta en Madrid. Como cuarto del mundo, Nadal se presentó en Roland Garros como gran favorito y sobrevoló todo el torneo hasta la victoria final, confirmando su resurrección, lo que le permitirá ponerse número 2 de la ATP, más cerca de volver a la cima.

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