Nadal, de 29 años, disputa el sábado la semifinales del Másters ante Novak Djokovic, número uno mundial, en el torneo que pone fin a la temporada y en el que ha mostrado su mejor juego en un año malo.
"No hice bien mi trabajo. No merezco vacaciones", dijo, bromeando, tras imponerse a su compatriota David Ferrer (nº7), completando una fase de grupos perfecta tras sus victorias ante Stan Wawrinka (nº4) y Andy Murray (nº2).
"Voy a entrenar mucho cada día, es la preparación para la próxima temporada", añadió, precisando que gran parte de ese entrenamiento lo hará en Mallorca, su isla natal.
Nadal ha pasado casi dos años aciagos: en 2014 logró su noveno torneo Roland Garros pero poco más, martirizado por las lesiones. Este año, ganó sólo tres torneos, por diez en 2013, y no alcanzó las semifinales de ningún Grand Slam.
Su progreso a finales de 2015 es esperanzador pero no oculta que nunca había perdido tantos partidos (19) en una temporada desde que se hizo profesional en 2002.
Sobre su semifinal ante Djokovic, Nadal no quiso revelar el "par de cosas" que cree que hay que cambiar tácticamente, pero estimó que el serbio es favorito: "juega en una superficie (cancha dura) que es muy buena para él, juega un torneo que ha ganado (cuatro veces), ha tenido una temporada estupenda, todo es positivo para él".
El partido, dijo, "es una oportunidad para jugar bien, para valorar lo que he progresado (...) Espero tener un gran día".
al/psr
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