Real Madrid 3-0 Celta: Cristiano Ronaldo da el récord de victorias consecutivas con un hat-trick

El Real Madrid consigue igualar el récord de 18 triunfos seguidos que tenía el Barcelona de Frank Rijkaard en la temporada 2005-06. La victoria ante el Celta dará que hablar por una jugada polémica. La del penalti señalado a Cristiano Ronaldo en el primer periodo. El Real Madrid hizo muchas cosas buenas para ganar. Jugó con más garra y carácter que buen fútbol. Las bajas de Modric e Isco, a la que se sumó la de James en el inicio de la segunda parte, le quitaron brillantez y claridad al equipo en su elaboración. Cristiano Ronaldo volvió a dejar constancia de su apetito. Venía de no marcar en Málaga, de descansar en la Copa y jugó muy enchufado ante el Celta en una noche desapacible por la lluvia y el frío y un rival firme y consistente en el centro del campo. No pudo contener a Cristiano Ronaldo, que hizo los tres tantos, suma ya 23 y está en unas cifras escandalosas. Una media de casi dos goles por partido.

Cristiano Ronaldo desniveló la primera parte en una acción para la polémica. Le ganó la espalda a Jonny en una transición rápida del equipo que condujo Marcelo. En el centro del brasileño al área fue para el portugués, que se adelantó a su marcador, cogió una ligera ventaja y el defensa céltico alargó sus manos. Rozó, eso parece si se ven las imágenes repetidas por la televisión, la espalda del luso, que cayó al suelo. Una jugada para la polémica que el colegiado señaló como penalti. El contacto existe. No parece lo suficiente fuerte para decir que le derriba. Cristiano Ronaldo no falló. Marcó su tanto número 21 en la Liga.

Todo esto fue en el minuto 34. Hasta ese momento el partido estaba equilibrado en el centro del campo, aunque no en ocasiones. El Real Madrid llegaba más y el portero del Celta, Sergio Álvarez, respondía con buenas intervenciones. El héroe del Camp Nou, el que hizo posible que su equipo ganara al Barcelona en su estadio, estaba inspirado en el Bernabéu. Le sacó dos pelotas de gol a James y otra Cristiano Ronaldo. El Real Madrid llegaba con peligro, pero no tenía el control del encuentro. Cristiano Ronaldo realizó una acorobática chilena y el balón salió cerca del larguero. Jonny, en el 12', se adelantó al portugués en otra llegada al área y le quitó de las botas una clarísima ocasión de gol.

El Real Madrid llegaba con peligro con balones largos a Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo. El equipo, con Illarra en el mediocentro junto a Kroos y James, se tuvo que replegar más de lo que está acostumbrado en su estadio y dar pasos atrás por el planteamiento valiente del Celta. Fue un equipo que jugó con las líneas adelantadas, que presionó en el centro del campo y se le atragantó, por momentos, al líder. Arriba puso tres delanteros (Orellana, Nolito y Larrivey) y con ellos había que tener precauciones. El Celta quiso desactivar al Real Madrid con posesiones largas, presionando fuerte en el centro del campo y siendo incómodo. Lo consiguió, pero su fútbol, en la primera parte, no le llegó para crear ocasiones de gol. No disparó a la portería de Casillas en ninguna ocasión. Le creó dificultades al Real Madrid con la ocupación de espacios en el centro y la intensidad, con balón y sin balón. El equipo de Ancelotti no tuvo fluidez. No le dejaron pensar y recurrió a esos balones largos y la velocidad de los de arriba para sorprender.

La segunda parte empezó con un disparo cruzado de Orellana. El Celta se estiró. Carvajal tuvo que batirse con Nolito, que buscó la picardía de Cristiano Ronaldo para sacar su penalti. James, a los seis minutos, se sentó en el césped y pidió el cambio. Un contratiempo para el equipo que resolvió Ancelotti metiendo a Arbeloa y adelantando a Carvajal. Bale pasó a la izquierda. Por esta banda, la natural para un zurdo, hizo daño con sus incursiones y centros. Tuvo mucha presencia. En una jugada de contraataque, en el 61', el balón quedó en el pie izquierdo del galés. Rompió la pelota y respondió, de nuevo, Sergio Álvarez al tremendo disparo. No pudo hacer nada el portero en el segundo gol de Cristiano Ronaldo, en el 64', cuando el portugués enganchó una pelota caída del cielo y la ajustó al palo. Ya era el festival de Cristiano, que apareció por el segundo palo para hacer el tercero. Ancelotti le quitó para que se llevara la ovaciíón del Bernabéu. El Real Madrid no desfallece.