19 de abril. 19 horas. El avión de Iberia que lleva a jugadores y directivos del Real madrid parte con rumbo a Valencia para buscar el primer título del año. La tripulación al completo, comandante incluido, espera en la puerta para saludar a todos y cada uno de los futbolistas y desearles suerte de cara al histórico choque. La escena se repite minutos antes de aterrizar en el aeropuerto de Manises.
La expedición blanca con Florentino Pérez a la cabeza habían decidido volver a Madrid tras el final del partido, fuese cual fuese el resultado. A eso de las 3 de la mañana, los asientos del avión de Iberia comienzan a ser ocupados por los protagonistas en el césped. La tripulación recibe y da la enhorabuena a los campeones a la vez que reparte sandwichs y cava a quien quisiese.
Pero el encargado de que los pasajeros llegasen a buen puerto no se unió a la fiesta. Simplemente se dirigió para el habitual discurso de "cierren puertas" antes de despegar y "tripulación, preparen cabina" minutos antes del aterrizaje. La tripulación sí felicitó y estuvo pendiente de los futbolistas y del resto. Pero el comandante ni siquiera felicitó al Real Madrid.¿Sería culé?
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