El Atlético de Madrid se dejó tres puntos en su pelea por revalidar el título de la Liga BBVA en Anoeta ante una Real Sociedad que presentaba un entrenador interino, en el limbo entre Arrasate y Moyes o quien esté por venir. El tanto en los últimos minutos de Agirretxe certificó la victoria del equipo que más la mereció, del único que la buscó.
Se adelantó pronto el campeón gracias a un gol de Mandzukic. El croata se benefició de un estupendo servicio de Raúl García, que se inventó un pase desde el vértice del área al segundo palo que el delantero envió a la red. Parecía el escenario perfecto para el campeón. En ventaja ante un equipo descompuesto, en caída libre y que por no tener, no tiene ni entrenador. Para nada ese panorama desolador achantó a la Real, que se enganchó al partido gracias a un precioso gol de Carlos Vela desde fuera del área.
Casi a partir de gol, empezó un partido a contrapié para el Atlético. Un carrusel de amarillas por protestar a Gabi, Juanfran y Arda fue el ejemplo de una especie de esquizofrenia en la que vivió el campeón. Terminó de quedar contra las cuerdas recién iniciado el segundo acto, cuando dos faltas en cinco minutos de Siqueira le enviaron a la caseta.
Estuvo tan irreconocible el Atlético, incapaz de cerrar y agarrar un partido que se le puso en franquía, que hasta Miranda desafinó. Un incomprensible dislate del central brasileño, que cedió a su espalda sin advertir la presencia de Agirretxe cerca estuvo de terminar en tragedia. La salvó Godín con una carrera desgarradora y Moyá, que había sido batido de primeras, se rehizo bien para desbaratar la oportunidad en el rechace.
Con ventaja numérica buscó entonces con convicción la victoria la Real Sociedad, un equipo tan extraño esta temporada que fue capaz de ganar al Real Madrid por 4-2 tras empezar perdiendo por dos tantos. No tuvo muchas un Atlético que estuvo a la merced de su rival durante media hora larga. La única ocasión pasó por las botas de Mandzukic, que desaprovechó un gran servicio de Ansaldi y envió directamente fuera un pateo rutinario desde el punto de penalti. Desapareció progresivamente el Atlético, a merced de los intentos más o menos acertados de la Real. Encontró la victoria el conjunto vasco gracias a un gol de Agirretxe en los últimos minutos.
Iñaki Angulo
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