Reyes rescata a Manzano antes del derbi

  • El Atlético ha logrado una victoria vital (3-2) ante el Levante, el equipo revelación de la Liga. La ha conseguido sin Falcao, lesionado, pero con Reyes, que ha sido clave para que los tres puntos se queden en el Vicente Calderón, y con ellos toma aire el técnico Gregorio Manzano.
Jorge Ramírez Orsikowsky

El enfrentamiento entre José Antonio Reyes y su entrenador, Gregorio Manzano, era notorio desde hace semanas cuando las cámaras captaron al primero despotricando tras haber sido sustituido en un partido ante el Athletic. Insultos escatológicos fruto de la rabia por salir del campo pero que no hicieron gracia al técnico, lógico, porque iban dirigidos a su persona y su madre. Castigo al canto.

Ante el Levante, tres jornadas después, 'El Profesor' tuvo que echar mano de su díscolo alumno, habitual de la enfermería desde el incidente, para intentar evitar un resbalón en casa ante el equipo revelación de la Liga. Después de una primera parte sin gol, en parte porque no estaba el colombiano Radamel Falcao y en parte porque al equipo rojiblanco le cuesta marcar goles, Reyes salió por el lesionado Salvio.

Ovación del Calderón al utrerano, que tiene ganado el pulso con su entrenador si se mira al apoyo de los aficionados, aunque sea el técnico quien tenga la sartén por el mango por aquello de que manda en el vestuario, al menos en teoría porque su falta de respaldo es notoria. Y en cuatro minutos, Reyes armó el taco. Subió el balón y asistió a Pizzi, que abrió el marcador superando a Munúa con un tiro que se coló entre sus piernas.

Cuatro minutos le bastaron a Reyes para demostrar que tiene un sitio en el Atlético. Con él en el campo, el equipo rojiblanco fue otro. El partido entró en una montaña rusa de la que salió victorioso gracias también a la aportación de Adrián, otro jugador que se reivindica ante la ausencia del 'Tigre' Falcao, cuya presencia en el derbi contra el Real Madrid el sábado 26 de noviembre es dudosa.

Lo que parece probable es que Reyes jugará ante el Real Madrid. Manzano le debe una porque una derrota o un empate ante el Levante le hubiera situado en la diana antes del partido ante el líder, y una hipotética derrota con el eterno rival, que suma por victorias sus partidos en el Santiago Bernabéu, le hubiera dejado tocado y casi hundido.

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