Shanghái (China), 9 nov.- El piloto mexicano Ricardo González, uno de los tres al volante del prototipo número 35 del Mundial de Carreras de Resistencia con la escudería francesa Oak Racing, cumplió hoy su objetivo de subir al podio en las Seis Horas de Shanghái y podría ganar este mes el Mundial de la categoría LMP2.
A falta de una carrera, las Seis Horas de Bahréin, que se disputarán el próximo día 30, el bólido Morgan Nissan que comparten González, el belga Bertrand Baguette y el británico Martin Plowman sale de Shanghái en cabeza y con 15 puntos de ventaja, por lo que aspiran a llevarse el título si consiguen defender su posición.
González y Oak Racing ya hicieron historia en junio pasado con su victoria en las míticas 24 Horas de Le Mans (Francia), que supuso el primer triunfo de un mexicano en esa legendaria carrera desde 1968 (cuando lo logró Pedro Rodríguez), y también la primera vez que lo hacía la escudería francesa, con base en ese circuito (La Sarthe).
De lograr mantener su ventaja en Bahréin, Oak firmará su primer título, en la categoría LMP2 en la que compite, pero González hará historia para el automovilismo mexicano, al convertirse en el primer piloto del país norteamericano en ganar un Mundial.
"Estamos muy contentos con el resultado, nuestro objetivo era conseguir puntos, agarrar un podio, y esto nos deja en una posición más cómoda para la última carrera del campeonato", explicó a Efe González, que confesó que, pese a la victoria, todo el equipo tuvo que pelear mucho con el rendimiento del automóvil.
"Fue lo mismo que sufrimos todo el fin de semana: no teníamos tracción, no podíamos poner el acelerador, (era) difícil, los neumáticos se estaban consumiendo muy rápido, pero bueno, era cuestión de trabajar con ello", indicó.
"Probablemente los demás equipos estaban sufriendo algo parecido, y nosotros tratamos de mantenernos fuera de problemas", ya que la clave "no era ser los más rápidos, sino simplemente no tener un accidente", explicó.
"Creo que hicimos un buen trabajo los tres pilotos, y el equipo también, en las paradas, en estrategia, todo funcionó muy bien, y logramos un tercero, que es muy bueno", resumió.
Con todo, aunque su coche lució los tres diodos del tercer puesto durante gran parte de la prueba, en la que sus compañeros con el número 24 (el francés Olivier Pla, el danés David Heinemeier Hansson y el británico Alex Brundle) lograron también el segundo escalón en el podio, la carrera tuvo sus momentos de peligro para sus planes.
"En algún punto estábamos en sexto lugar", recordó; "eso fue preocupante, pero sabíamos que faltaban cinco horas de carrera, y había que seguir trabajando en lo nuestro, haciendo buenas paradas, buena estrategia y buen ritmo, lo cual lo logramos hacer los tres pilotos, y bueno, dio resultado".
A pesar de ver el título tan cerca, González contempla esa posibilidad con prudencia.
"Creo que cada día que pasa, y con estos resultados que hemos obtenido, como el de hoy, estamos cada día más cerca, pero no tenemos nada hasta que no concluye el campeonato", señaló.
Sin embargo, "el primer lugar paga 25 puntos y traemos 15 de ventaja: creo que es un colchón bastante cómodo", opinó.
Conseguir el Mundial pasa probablemente así por volver a alcanzar el podio en Bahréin, aunque González ve eso posible, ya que "tenemos el equipo detrás, el auto, los pilotos, tenemos todo para estar constantemente ahí arriba".
"Nuestro objetivo es el campeonato", reiteró: "primero fue Le Mans, la ganamos, y ahora es el campeonato, y en medio pues todo es trabajo para llegar allá".
Tras levantar hoy su escudería las copas del segundo y del tercer puesto, González lo celebró en los garajes brindando con todos sus compañeros, pilotos, ingenieros y técnicos, con una gran botella de tequila mexicano que trajo para la ocasión y con la que fue sirviendo a todos.
"Tengo una costumbre, desde hace como cuatro años, de siempre viajar con botella de tequila, por si tenemos los resultados, celebrar con todo el equipo", explicó, decidido a viajar a Bahréin con otra botella.
Oak Racing sólo fue superada hoy por el coche número 26, de G-Drive Racing, que dio 177 vueltas en 6 horas, un minuto y 41,831 segundos, seguido del número 24 de la escudería francesa y del 35 que pilotan González y sus compañeros, que hicieron también 177 vueltas en 6 horas, dos minutos y 50,620 segundos. EFE
jad
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