Richardson y sus Panthers, un proyecto armado con paciencia que por fin da frutos

Los Carolina Panthers regresan a la gran final doce años después. Cam Newton, Josh Norman y Luke Kuechly buscarán guiar al equipo a su primera Super Bowl. Para ello, tendrán que derrotar este domingo a los Denver Broncos, que se impusieron a los vigentes campeones, los Patriots, con un apretado 20-18. Una victoria que haría muy feliz a Jerry Richardson, máximo mandatario de las panteras que hace más de 50 años se proclamó campeón de la NFL.

Su carrera duró solo dos años, pero le dio tiempo a ganar una gran final con los Baltimore Colts en 1959, cuando todavía no existía la Super Bowl. La temporada después, con 24 primaveras, dejó el fútbol americano por diferencias económicas (unos 250 dólares fue la cantidad que frenó el acuerdo con los Colts).

Tras su paso por la NFL, Richardson decidió dedicarse a los negocios, donde se erigió con un exitoso empresario en los treinta años siguientes. Esas décadas de frutos económicos le permitieron volver a la NFL, pero esta vez como dueño de una franquicia.

El magnate pagó 140 millones de dólares en 1993 por el equipo que recibiría el nombre de Carolina Panthers y que disputaría su primera temporada oficial en 1995. Únicamente un año les llevó alcanzar los playoffs. En 2003, vivieron su momento más álgido con la clasificación para la Super Bowl, una final que perdieron ante los Patriots por 32 a 29. Los años posteriores no fueron fáciles para el equipo de Richardson, que no logró ganar ningún compromiso en los playoffs desde 2006 hasta 2014.

Una racha que haría temblar cualquier banquillo. Sin embargo, Richardson ha demostrado no ser de los que echa entrenadores con facilidad (en lo que va de siglo solo ha contratado a tres técnicos -George Seifert, John Fox y Ron Rivera-). Decidió mantener a Rivera a pesar de las turbulencias, una confianza que ha derivado en éxito.

Ahora, con Richardson en el palco y Rivera en la banda, es la hora de las panteras, comandadas por el gran Cam Newton, de superar el obstáculo llamado Broncos y hacer historia.