Ricky Rubio: "El año que viene ya pensaremos a ver si voy a la NBA"

En 2009, Rubio, una de las promesas del baloncesto español a sus 19 años, salió de manera turbulenta del Joventut - su equipo de toda la vida y con el que se convirtió en el jugador más joven en debutar en la ACB con 14 años- y recaló en el Regal Barcelona, después de que se complicara su fichaje por los Minnesota Timberwolves.

"Este verano no he querido pensar nada porque ya tuve suficientes movidas el año pasado", explicó el viernes en Madrid. "El año que viene ya pensaremos a ver si voy para allá, hablaré con quien tenga que hablar, con el Barcelona, con Minnesota, con mis agentes, y vamos a decidir", agregó.

El Barça acabó haciéndose con el jugador catalán, que quedó quinto en el 'draft' y fue pretendido por los Timberwolves, después de Rubio se enfrentara con el DKV Joventut por el pago de su cláusula de rescisión. En su contrato con el Barça se incluyó una cláusula que le permitía dar el salto al baloncesto estadounidense a los dos años.

"Depende también de cómo vaya esta temporada, me decantaré", agregó durante una entrevista celebrada junto a la piscina del hotel en el que está concentrada la selección española en la capital, antes de dirigirse a Logroño para seguir los amistosos de preparación para el Mundial de Turquía.

Rubio, que mide 1,90 y pesa 82 kilos, llamó mucho la atención en Estados Unidos con motivo de su gran actuación con la selección española durante los Juegos Olímpicos de Pekín, en los que España cayó ante las estrellas de la NBA en una emocionante final.

Alabado por jugadores como el compañero de Pau Gasol en Los Angeles Lakers Kobe Bryant, ha sido comparado con el fallecido Pete Maravich, jugador de Atlanta Hawks y New Orleans Jazz que murió repentinamente a los 40 años y que se distinguía por su estilo imaginativo y arriesgado.

"Igual (es) por el parecido del pelo", dijo, sonriendo. "La verdad es que le admiro mucho, era un jugador increíblemente bueno, yo aún no llego a nada comparado con él, espero poder trabajar para llegar un poco a ese nivel".

El joven base, elegido Mejor Jugador Joven en Europa durante tres años consecutivos, ha tenido una excelente primera temporada en el Barcelona, sumando tres títulos - Euroliga, Copa del Rey y Supercopa ACB - con un promedio de 6,6 puntos, 4,4 asistencias y 2,6 rebotes por partido.

Junto con José Manuel Calderón, es uno de los dos bases titulares para el Mundial que comienza el 28 de agosto en Turquía, en el que los pupilos de Sergio Scariolo, que ya se coronaron campeones de Europa el año pasado en Polonia, esperan revalidar el título logrado en el Mundial de Japón hace cuatro años.

Y Rubio insistió en que está centrado en lograr el oro en el Mundial, dejando de lado la próxima temporada, aunque afirmó que los azulgrana irán a por todo, después la decepción que supuso la inesperada derrota en la final de la Liga española ante el Caja Laboral tras un año en el que los de Xavi Pascual parecían imbatibles.

"¿Favoritos? Aún queda mucho, ahora estamos pensando solo en el Mundial", dijo. "Ya veremos lo que pasa el año que viene, pero sí que tengo en mente intentar ganarlo todo otra vez. Nos faltó la ACB, pues intentar completar un año redondo".

"DEMASIADA" ATENCIÓN MEDIÁTICA

Su atrevimiento y descaro en la cancha y su habilidad a la hora de entrar a canasta o asistir a sus compañeros le han hecho un jugador muy popular a pesar de su juventud, y recibe más atención mediática que otros jóvenes destacados como el madridista Sergio Llull.

"Yo creo que es un poco demasiado, a veces me sorprendo yo mismo", sonrió. "Pero creo que aquí hay muchos jugadores que han pasado por esto, cuando son jóvenes y están en un equipo como éste, campeón del mundo, como Llull, (Víctor) Claver, gente joven que también está luchando aquí para jugar minutos".

"Es un poco difícil, pero al final te adaptas a todo", dijo.

Contento tanto con la forma de entrenar y de entender el baloncesto tanto de Scariolo como de Pascual y con la libertad que le dan, Rubio acaba volviendo a la NBA, un baloncesto que calificó de más físico, de "uno contra uno", en lugar del sistema más en equipo que predomina en Europa, aunque "no deja de ser baloncesto, para ganar tienes que meter más que el contrario, defender y que te metan menos".

Preguntado si le supone una presión ir a la mejor liga de baloncesto del mundo, respondió seguro: "Es una ilusión (...), cuando es pequeño sueñas con ello. Si no salen bien las cosas siempre puedes volver a España, pero en principio quiero quedarme allí".