Robinho se queja: "En Europa el entrenador sólo quiere que salgas al campo y corras, pero en Brasil puedo jugar"

  • Robinho ha vuelto a ser feliz en el Santos. Ahora, dice, el fútbol no es sólo correr. Recuerda con cierta amargura sus días europeos, las férreas tácticas... pero está dispuesto a disfrutar y hacer disfrutar con sus bicicletas.
Robinho "no estuvo a la altura" en el City, según Mark Bowen
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lainformacion.com

Robinho llegó al Santos con tres panes debajo del brazo. De alguna manera había que pagar su sueldo. Y si el equipo no tenía publicidad un día antes de su llegada, en su primer partido salió al césped con tres patrocinadores, uno en la camiseta y dos en los pantalones, por delante y por detrás.

Y es que la 'locura Robinho' manda hoy en el fútbol brasileño, que se encuentra en pleno proceso de recoger la vuelta de sus hijos pródigos.

Y lo hace a lo grande. Como llegó Robinho a su presentación. En helicóptero, acompañado de O'Rey Pelé. Y dispuesto a volver a disfrutar del fútbol, del clima y de la playa.

"Yo vine aquí en busca de la felicidad", dijo después de un debut soñado que lo vio saltar al césped y marcar el gol del triunfo de su nuevo equipo con un espectacular remate de tacón. "Cuando las cosas no me van bien, me deprimo. Pero ahora sé que el domingo hice feliz a un montón de gente".

Quizás por eso ahora no hay quien borre la sonrisa de su cara… salvo que se le recuerden sus cinco años en Europa. Porque recuerda con tristeza cómo el Madrid trató de usarlo como moneda de cambio en su intento de firmar Cristiano Ronaldo, cuando él se considera tan estrella como el portugués. Y cómo acabó su última temporada madridista viendo el fútbol sentado.

Y peor aún se lo toma si se le recuerda a su último entrenador, Roberto Mancini, al que dice no entender. Así como tampoco comprende mucho el concepto futbolístico europeo.

"Allí tienen una manera diferente de pensar. En Brasil, el entrenador respeta las características del jugador.  Pero en Europa están acostumbrados a jugar con dos líneas de cuatro jugadores, y ellos no quieren saber lo que un futbolista es capaz de hacer."

¿No hay libertad?

No. Si eres un delantero, el entrenador te envía a la cancha sólo para correr. Tienes que correr y eso es todo. Muy distinto a Brasil, donde la táctica gira en torno a los mejores jugadores."

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