Roces franco-belgas

  • Las tres etapas del Tour de Francia disputadas en territorio belga han puesto de manifiesto que ambos países comparten lengua, tradiciones y una misma pasión por el ciclismo, pero han dejado también varios roces más profundos de los que provoca la vecindad.

Luis Miguel Pascual

Tournai (Bélgica), 2 jul.- Las tres etapas del Tour de Francia disputadas en territorio belga han puesto de manifiesto que ambos países comparten lengua, tradiciones y una misma pasión por el ciclismo, pero han dejado también varios roces más profundos de los que provoca la vecindad.

Las críticas de la prensa belga al equipo Europcar, investigado por un presunto dopaje, que hubieran pasado desapercibidas en otro momento, han cobrado una gran relevancia en un momento en el que la caravana atravesaba territorio belga.

A ello se suma una polémica recuperada del pasado, un rudo cruce de declaraciones entre la leyenda belga Eddy Merckx y el exciclista y exdirector Cyrille Guimard.

En el primer caso, los medios belgas se han cebado con el Europcar, un equipo que se enorgullecía de su fama de limpio, pero que este año ha protagonizado el primer episodio oscuro del Tour.

Los directivos de la formación francesa se han mostrado muy molestos por el trato que les ha dispensado la prensa belga, pese a que consideran que "no hay nada" que reprocharles.

Lo único es una investigación abierta por la Fiscalía de París después de que algún testimonio anónimo denunciara el uso de transfusiones en el seno del equipo y el recurso a los corticoides durante el Tour de 2011.

Las pesquisas, encargadas a la brigada especializada en esos casos, no han dado por el momento resultados, pero el mero hecho de haber publicado la apertura de la investigación ha bastado para manchar la imagen del Europcar.

La formación de Jean-René Bernaudeau se ha mostrado muy dolida por los comentarios de la televisión belga, en particular con los que ha lanzado el exciclista galo Cédric Vasseur.

Entre todo, los galos se van molestos de Bélgica, una sensación que se ha incrementado por el cruce de declaraciones entre Merckx y Guimard.

El francés escribió recientemente un libro en el que dedica dardos envenenados a Merckx, que ha aprovechado que los periodistas le colocaron un micrófono delante para responder a su exrival.

"Es una pequeña rata, un pequeño Napoleón", afirmó el "caníbal" sobre el francés, con quien compartió carretera.

"Muchos consideran a Eddy Merckx como el más grande. Puede que por su palmarés lo sea, pero carecía de carisma. Y me parece que sobre la bicicleta no era ningún genio", escribía Guimard del mito belga en su libro "Los secretos del Tour de Francia".

"Es un frustrado. Lo que no cuenta en su libro es que puso su carrera en peligro tratando de seguirme en 1972. Pensaba que podía ganar el Tour, me desafió y perdió", contraataca el "caníbal".

Merckx no oculta su inquina contra el francés. En particular, rememora el Tour de 1971, cuando Guinard se puso a rodar para el español Luis Ocaña con el fin de privarle de victoria final.

"Le prometieron el maillot verde, pero no pudieron conmigo. Cuando Ocaña abandonó unos días más tarde le di una lección en la etapa de Burdeos. Seguro que su maillot verde está todavía colgado de algún pino de las Landas", ataca el belga.

Guimard aparece empequeñecido en la polémica. Sabedor de que ha atacado a una leyenda, trata de dar un paso atrás.

"Es un icono en Bélgica y las estrellas sólo toleran alabanzas", asegura el francés, que acaba con una última puya: "Merckx era una máquina de ganar que lo quería todo. Por eso le llamaban el 'caníbal'. ¿Cómo se puede ser popular cuando te llaman 'caníbal'?".

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