Romo no descarta jugar pese a tener un pulmón perforado

  • El mariscal de campo de los Dallas Cowboys, Tony Romo, sigue sin tener una seguridad de poder jugar el lunes contra los Washington Redskins debido a que se encuentra con fractura de costilla y un pulmón perforado, pero no descarta la posibilidad.

Redacción (EEUU), 21 sep.- El mariscal de campo de los Dallas Cowboys, Tony Romo, sigue sin tener una seguridad de poder jugar el lunes contra los Washington Redskins debido a que se encuentra con fractura de costilla y un pulmón perforado, pero no descarta la posibilidad.

La participación de Romo en el partido del lunes por la noche contra los Redskins depende del desempeño que tenga durante el transcurso de esta semana y del progreso que presente en sus lesiones.

Romo tiene una costilla fracturada y un pulmón perforado, por lo que su ingreso al campo de juego, el lunes, no es seguro.

El mariscal de campo de los Cowboys resultó lesionado durante el partido que ganó 27-24 en tiempo extra a los San Francisco 49ers.

Respecto a su participación, el equipo informó que el mariscal deberá ser revisado minuciosamente día a día sobre las molestias que experimente.

Pero indica que la directiva del equipo no se atreve a dar un pronóstico respecto de su futuro inmediato dentro del campo de juego.

Jerry Jones, propietario de los Cowboys, indicó que sólo si Romo supera el dolor podrá jugar, pero no quiso agregar nada más.

"No sé si podrá jugar, yo que no me dedico a la medicina entiendo sólo parcialmente la naturaleza de la lesión de Romo. Lo que puedo decir es que tendremos que valorar el progreso de sus lesiones".

Mientras que en declaraciones previas, Romo había indicado un día después del juego dominical que pensaba jugar contra los Redskins, y que consideraba difícil que el equipo lo descartara debido al tipo de juego que había hecho.

Poco después de esas declaraciones se informó oficialmente que Romo jugó el domingo con el pulmón perforado.

Ese día Romo regresó en el cuarto periodo contra los 49ers después de haberse quedado en el banquillo la segunda mitad debido al golpe que le provocó la fractura de costilla y la perforación del pulmón.

En su regreso dirigió al equipo a empatar el juego 24-24 para obligar al tiempo extra, en el que puso al equipo en posición de anotar gol de campo con pase de 77 yardas a Jesse Holley, para ganar.

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