Ruth Beitia, una 'jubilada' candidata a medalla

Ruth Beitia tenía decidida su retirada tras los Juegos Olímpicos de Londres-2012. Con 33 años, era su última oportunidad de ganar una medalla. Y pareció esfumarse. Quedó cuarta. Dos meses después de haberse jubilado se echó atrás. Quería volver para lograr el podio en Rio-2016.

Con 37 años, Ruth Beitia aspira a ese podio olímpico que falta en su palmarés. Y desde que se 'retiró' en 2012 hasta ahora, ha multiplicado los triunfos deportivos.

En estos cuatro años, la 'jubilada' Beitia ha ganado dos campeonatos de Europa al aire libre, un bronce en el Mundial de Moscú-2013, una Liga de Diamante en 2015, una plata y un bronce en Mundiales en pista cubierta y un título continental bajo techo.

Rozar el podio en Londres-2012 le hizo pensar que una medalla olímpica era todavía posible.

Y a partir del jueves empezará a competir en la ronda de clasificación a la final de salto de altura de Rio-2016, en la cuenta atrás hacia su sueño.

"Después de Londres no pensaba en volver a competir ni que iba a disputar unos Juegos. La vida nos ha dado una nueva oportunidad", afirmó en Rio la atleta de 37 años.

Tras los Juegos de 2012 "pensé que mi sueño se iba", admitió. Pero esta nueva oportunidad le hace llegar con más posibilidades que hace cuatro años de lograr la única medalla que falta en su palmarés.

Tras aquella supuesta última participación olímpica, Ruth Beitia, convencida que se había retirado, comenzó a hacer actividades que nunca había hecho por temor a una lesión, como patinaje, escalada, deportes de riesgo, montar en moto.

Hasta que decidió volver para disfrutar de esta gloriosa segunda juventud.

Beitia, pese a sus 37 años, llega en su mejor forma. Logró este año en Amsterdam su tercer título europeo y se impuso en las reuniones de Oslo, Estocolmo y Londres.

Tras la plata de Orlando Ortega en 100 metros vallas, Beitia es la otra opción española de medalla. Y aspira a un oro, que España solo ha conseguido en dos ocasiones en atletismo en la historia olímpica, ambas en Barcelona-1992, con Fermín Cacho en 1.500 metros y Daniel Plaza en 20 kilómetros marcha.

Pero no lo tendrá fácil la santanderina -que desde 2011 es secretaria primera del Parlamento regional de Cantabria, por el Partido Popular- ya que llega con la cuarta mejor marca de la temporada (1,98 metros), detrás de la estadounidense Chaunté Lowe (2,01), sexta en Londres-2012, la alemana Marie Laurence Jungfleisch (2,00) y la polaca Camila Licwinko (1,99).

Esa medalla que rozó en Londres-2012 le ha empujado a seguir cuatro años más, con el sueño por realizar de conocer un podio olímpico, el único que no conoce todavía.

"La decisión de Londres fue muy meditada, pero ahora me encuentro bien, con mucha motivación. Luchar por esta medalla en Rio-2016 es el motor que me ha movido es cumplir mi sueño", señala.

"Mi sueño es la medalla olímpica y espero que en Río se haga realidad el único sueño que me queda", afirmó tras su segundo puesto este año en el Mundial de pista cubierta de Portland (Estados Unidos).

El jueves tendrá la oportunidad de clasificarse para la final. Será el primer paso hacia ese sueño, que la cántabra espera hacer realidad el sábado en la final.

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