Shakhtar Donetsk 3-4 Real Madrid: los de Benítez ganan en Ucrania pero se llevan un susto y siguen dejando dudas

Se intuía una buena terapia y final feliz del Real Madrid en Lviv pero todo acabó en susto y más dudas. Los blancos, que llegaron a ir 0-4 en el marcador a falta de 12 minutos, recibieron tres goles de forma imprevisible en los últimos minutos y sufrieron para conseguir una victoria que les deja matemáticamente como primeros clasificados del Grupoa A de la Champions League. Un doblete de Cristiano y los tanto de Modric y Carvajal enderezaban el rumbo de los blancos pero Teixeira y Dentinho devolvieron los fantasmas al seno de un equipo que aún sigue lleno de dudas.Porque no fue fácil para el Real Madrid levantarse de la lona después de los tremendos impactos que se llevó en un Clásico donde estaba dispuesto a implantar un nuevo régimen y se acabó llevando un baño de realidad. A día de hoy el Barcelona es el mejor equipo del mundo y a partir de ahí hay que crecer. Esa fue la primera conclusión del pasado sábado. La segunda fue que Benítez se traicionó a sí mismo apostando por mucho talento y poca capacidad de sacrificio ante el equipo que más aliento hace falta. Sabedor de sus errores y de los problemas físicos que arrastraban algunos jugadores que fueron de la partida en el Clásico, el técnico madrileño apostó por Casemiro y hasta seis cambios más en el once.La afrenta en Ucrania no parecía la más complicada pero todo se vuelve más espinoso cuando vienes de sufrir una cornada de tantas trayectorias. Para lo bueno y lo malo, el calendario vertiginoso que vive el fútbol ayuda a aliviar las penas miércoles tras domingo. Y el Real Madrid asomó por el césped como si el sábado no hubiera ocurrido tal accidente. Habían piernas frescas y ganas de comerse el mundo. Sobre todo Kovacic, que había sido condenado al ostracismo tras caer lesionado. El croata entregó a Cristiano Ronaldo el primer balón de gol del partido después de avanzar yardas sobre el campo pero el luso la mandó alta por centímetros.

En la segunda no fallaría. Bale, que realizó un partido notable partiendo desde la izquierda, su posición natural, aprovechó una salida a destiempo de Pyatov y se la entregó al luso para que hiciera su sexto gol en la presente edición de la Champions. Ese tanto valió más que tres puntos o un primer puesto: sirvió para dar moral, algo que se paga muy caro en el fútbol. Tras el gol del luso los de Benítez, que tuvieron más sacrificio en defensa, dejaron de ser incipientes en faceta ofensiva y durmieron el partido. Les pudo costar caro. Kiko Casilla no intervino en ninguna ocasión pero los ucranianos se aproximaron con asiduidad a su zona. Como ya sucedió en otros partidos, los blancos fueron de menos a más en la primera mitad.Obra de arte de CarvajalPero, como hiciera en la primera parte, el Real Madrid salió dispuesto a evitar sustos y sentenciar por la vía rápida. Y ahí apareció Modric. Cristiano rebañó un balón en la banda derecha, amagó y se la cedió al croata para que definiera a la perfección ante Pyatov. Segundos después se repitió la jugada entre ambos pero el luso falló en el mano a mano ante el meta.

Aún habría más festival. Carvajal, después de ser relegado a la suplencia por Danilo en el Clásico, recibió un balón dentro del área, tiró un caño y, con la izquierda, colocó el balón en la escuadra derecha. Obra de arte. El gol del madrileño sentenció a un conjunto ucraniano que se borró del partido y aupó a un Real Madrid que se relamió de sus heridas tras la debacle del pasado sábado. El fútbol tiene poca memoria y los goles son el mejor método para aliviar las penas. Por ello volvieron a aparecer Bale y Cristiano Ronaldo. El galés, como siempre fue habitual en su carrera, cabalgó por la izquierda y el luso remachó a la red.Sufrimiento en los últimos minutos

Era un día de vino y rosas para el Real Madrid. 0-4, felicidad y los fantasmas del Clásico, en medida de lo posible, comenzaban a alejarse. Pero en los últimos minutos volvió a aparecer ese Madrid ramplón y con poca fe que ha aparecido con asiduidad durante la temporada. Dentinho, y Teixeira, en dos ocasiones, dieron un sopapo a las expectativas blancas con tres goles que devolvieron las dudas a una plantilla que sigue dubitativa. El Real Madrid ganó pero se inmoló al final.