"Sí, soy del Mirandés"

  • Posiblemente, Alfred Hitchcock no hubiera escrito un guión mejor. Si el Mirandés iba a entrar en la historia del fútbol español, tenía que hacerlo por la puerta grande, dejándose la piel en el campo y logrando la gesta en el último minuto del descuento. Cuando más se disfruta. Cuando más se valora. Cuando más se grita. Gol. Goooool. Goooooooooooooooool del Mirandés. Y el sueño sigue vivo.
2-1. El Mirandés logra a costa del Espanyol el pase a las semifinales en el último suspiro
2-1. El Mirandés logra a costa del Espanyol el pase a las semifinales en el último suspiro
Óscar Rodríguez
Óscar Rodríguez

Era el 26 de junio cuando todo estaba preparado en Anduva para el ascenso a Segunda. Jugaban el Mirandés y el Guadalajara y a los locales les valía el empate para lograr el hito más grande de su historia. Allí estaba yo, acompañando a la marea roja, esa que tantas veces inundó Palencia con sus bufandas, sus banderas y su buen rollo.

Aquel partido acabó en tragedia deportiva cuando el equipo alcarreño se hizo con el ascenso a cinco minutos del final. Las lágrimas que aquel día vi en directo en los ojos de Pablo Infante, de Iván Agustín o de Raúl García se han tornado hoy en las lágrimas de un sueño, el de un equipo que ha conseguido lo imposible: tumbar a tres equipos de Primera División y meterse en semifinales de la copa del Rey.

Es el momento de acordarse de jugadores de este equipo, trabajadores incansables como Álvaro Corral o Aitor Blanco, amigos y futbolistas de eso que le llaman el otro fútbol, el de la segunda B que no copa portadas ni roba páginas de periódico a los Messi, Cristiano y compañía.

Es el momento de acordarse del periodista con más raza de Miranda, Israel Íñiguez, uno de esos que aquel 26 de junio derramaban lágrimas de la tristeza más absoluta sin saber que siete meses después iban a vivir el momento más importante de la historia de su equipo.

Es el momento de acordarse de una afición que llenó Anduva dispuesta a darse un atracón de 'periquitos', pero que no sólo lo hizo ante el Espanyol, el Racing o el Villarreal, sino que lo hace cada semana cuando los visitantes tienen mucho menos 'pedigrí': Lemona, Osasuna B, Guijuelo...

Esta vez no pude estar en el campo acompañando a la marea roja, pero desde el sofá de mi casa, con el volumen de la televisión a todo trapo y con Facebook abierto para mandar mensajes de ánimo y apoyo a mis amigos, lo he vivido como uno más de los 6.000 que llenaron Anduva.

Se puede ser del Madrid, del Barça o del Atleti. Se puede ser del Celta o del Deportivo, del Sevilla o del Betis. Pero desde este 25 de enero de 2012... toda España es del Mirandés.

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