Sierra ya brilla entre las estrellas del París Saint Germain

  • Oculto por el brillo de los fichajes del danés Mikkel Hansen o el francés Luc Abalo, el guardameta español José Manuel Sierra no desaprovechó su primera gran oportunidad para demostrar que está destinado a convertirse en uno de los pilares del "faraónico" proyecto puesto en marcha por el París Saint Germain.

Javier Villanueva

Madrid, 2 oct.- Oculto por el brillo de los fichajes del danés Mikkel Hansen o el francés Luc Abalo, el guardameta español José Manuel Sierra no desaprovechó su primera gran oportunidad para demostrar que está destinado a convertirse en uno de los pilares del "faraónico" proyecto puesto en marcha por el París Saint Germain.

Y es que si fundamentales fueron los once goles del lateral danés en el contundente triunfo (38-24) sobre el Montpellier, no menos decisivo fue el cuarenta y un por ciento de paradas con el que Sierra cerró un choque que marca el cambio de ciclo en el balonmano francés.

"Ha sido un triunfo muy importante, porque nos jugábamos gran parte de la Liga y no sólo logramos ganar, sino que con ese marcador creo que también nos hemos asegurado la diferencia de goles", señaló Sierra en declaraciones a EFE.

Una sobresaliente actuación que sirvió además al portero onubense para resarcirse del irregular inicio de campaña, en el que se había visto relegado a un segundo plano por su compañero, el portero Patrice Annonay.

"Empecé bien la pretemporada, pero luego en el primer partido de Liga no estuve muy bien y Annonay sí, por lo que el entrenador decidió seguir contando con él, pero el domingo apostó por mí y todo salió bien. Ha sido un partido muy importante para mí", explicó el cancerbero español.

Un encuentro que estuvo marcado por la detención a la conclusión del choque de varios jugadores del Montpellier, entre los que figura Nikola Karabatic, así como de dos de los nuevos compañeros de Sierra, el serbio Mladen Bojinovic y Samuel Honrubia, exbalonmanistas del Montpellier, por su supuesta implicación en una trama de apuestas ilegales.

"Había muchas noticias desde principios de semana, pero es un tema del que no sé mucho, es cierto que hoy no han estado -en referencia a Bojinovic y Honrubia- en el entrenamiento, pero no tengo más información que la me llega por los medios españoles", comentó Sierra.

Un escándalo, que unido al contundente triunfo del París Saint Germain, parece dejar, pese a que tan sólo se han disputado tres jornadas, la Liga en manos del conjunto parisino, al que sólo el Montpellier, el gran dominador del campeonato francés en los últimos años, parecía en disposición de poder plantar cara.

"Todavía queda mucho. La Liga francesa ha crecido mucho y ganar en pistas como las del Chambery, el Saint Raphael o el Dunkerke no es nada fácil. Me recuerda un poco a lo que ocurría hace unos años en España cuando los favoritos podían dejarse puntos en sus visitas a Pamplona, Valladolid o León", indicó Sierra.

Una Liga, en la que al igual que el resto de jugadores españoles que han desembarcado esta temporada en el campeonato francés, José Manuel Sierra destacó la preeminencia del factor físico, en comparación con la competición española en la que prima más lo táctico.

"El aspecto físico se trabaja mucho y en este sentido la pretemporada ha sido muy dura. En Francia predomina más lo físico que en España, donde el juego es más táctico, aunque para un portero el cambio, en ese aspecto, es algo menor", afirmó el guardameta español.

Factor que no hace sino acrecentar el favoritismo de un París Saint Germain, para el que el título de Liga se le presupone tan sólo paso intermedio en el objetivo que se han marcado los nuevos dueños del club, el fondo Qatar Sports Investments (QSI), que quiere convertir a los de Philippe Gardent en el mejor equipo del Mundo.

Para ello, los cataríes no ha dudado en dotar al PSG de una presupuesto de 9,2 millones de euros, una cifra sólo superada por los 9,5 millones con los que cuenta el vigente campeón de Europa, el Kiel alemán, para reunir en la capital gala a una auténtica constelación de estrellas, entre las que Sierra ya comienza a brillar con luz propia.

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