Sloane Stephens sale a escena

  • La estadounidense Sloane Stephens, de diecinueve años, sin apenas hacer ruido hasta su llegada a Melbourne, acaparó toda la repercusión de la que ha carecido su carrera con su victoria ante su paisana Serena Willliams, a la que apartó de las semifinales del primer Grand Slam del año.

Redacción deportes, 23 ene.- La estadounidense Sloane Stephens, de diecinueve años, sin apenas hacer ruido hasta su llegada a Melbourne, acaparó toda la repercusión de la que ha carecido su carrera con su victoria ante su paisana Serena Willliams, a la que apartó de las semifinales del primer Grand Slam del año.

Stephens, 25 del mundo, saltó a la escena con un triunfo impensable (3-6, 7-5 y 6-4) y quitó de en medio a la gran favorita. Serena apuntaba a su tercer Grand Slam seguido, el decimosexto de su carrera, pero encajó su primera derrota en diez meses.

La imagen de Serena Williams forma parte de la colección de fetiches que atesoran los sueños de Stephens. "Es uno de mis ídolos", reconoció tras lograr su primer triunfo ante una jugadora incluida entre las diez mejores del mundo.

La primera reacción de Sloane Stephens fue echarse a llorar, emocionada, tras un triunfo convertido en proeza, y después de revisar su teléfono móvil. "Tenía que ver si tenía una llamada de casa. Estaba segura", dijo la joven estadounidense, que se enfrentará a la bielorrusa Victoria Azarenka, primera favorita y vigente campeona, en busca de un lugar en la final.

Stephens llegó con la lección aprendida. Jugó con Serena en Brisbane, la única vez que habían coincidido. Sloane perdió. Pero jugó con desparpajo ante la tercera raqueta del mundo.

"He mejorado mucho. El año pasado fue todo nuevo para mí y solo fue una experiencia. Esto ha sido increíble", insistió la estadounidense, hija de deportistas, una nadadora y un futbolista.

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