Suárez tiene una boca bonita, cuidada y no más afilada de lo normal

    • "Tiene una boca muy buena y muy sana", asegura una dentista con 27 años de experiencia.
    • "Se ve que su higiene es buena, porque no tiene las encías inflamadas, se cuida la boca y no se le ven caries", añade.

"No tiene la dentadura más afilada de lo normal", afirma con contundencia una dentista con más de 27 años de experiencia mientras mira unas imágenes de los dientes de Luis Suárez, el delantero uruguayo que mordió a Chiellini en el encuentro que enfrentó a las selección uruguaya e italiana el martes.


A pesar de que según esta experta su boca no está excesivamente afilada, lo cierto es que las marcas que quedaron en el hombro del defensa italiano fueron importantes. Así se vieron en las imágenes de televisión que captaron el momento. Suárez mordió a Chiellini y el italiano, quien se sentó en el suelo poniendo su mano en su hombro como muestra de dolor. Un gesto que el uruguayo también hizo, al llevarse de inmediato la mano a la boca y poner gesto compungido. Cuando el defensa italiano se recuperó, no dudó en mostrar su hombro al árbitro, para mostrarle lo sucedido.


Por las marcas de los dientes que se vieron en televisión y en las fotografías, se intuye que el mordisco fue mayúsculo y realizado con mucha fuerza y presión, algo que sólo se puede hacer si se tiene una buena dentadura. "Tiene una boca muy buena y muy sana", asegura esta experta. "Se ve que su higiene es buena, porque no tiene las encías inflamadas, se cuida la boca y no se le ven caries", añade.
La experta ha examinado a través de fotografías la dentadura de Suárez y ha explicado que "tiene un empaste en el molar superior derecho". "Tiene los dientes de un bonito color", concluye.


El mordisco le ha costado caro al delantero uruguayo. Los expertos dicen que mordió por la tensión del encuentro entre la selección de Uruguay y la de Italia y este ataque gratuito le ha costado hoy al delantero uruguayo una sanción de la FIFA de cuatro meses sin jugar y sin entrar en estadios. Sin embargo, los mordiscos no son nuevos para él, ya que es la tercera vez que muerde en un partido. La penúltima fue la temporada pasada , cuando agredió con la boca a Ivanovic en el partido que enfrentaba al Liverpool y al Chelsea. Pero ninguno de los anteriores ha sido como este último, en el que el italiano mostró al mundo las marcas de los dientes del uruguayo en su hombro. En ese momento, Suárez se sentó en el césped del campo y se llevó la mano a la boca dolorida.

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