Super Bowl 2015. Tom Brady y Bill Belichick, los genios que convirtieron a los Patriots en la mejor dinastía de la NFL

    • Es el quarterback que más finales ha jugado (6), igualó a Joe Montana y Terry Bradshaw con cuatro títulos. Nadie ha lanzado más pases de TD en la historia de la SB ni ganado más partidos de playoff (21).
    • El técnico empata en campeonatos a Chuck Noll y también es el más ganador en postemporada (22).
    • Volvieron a saborear el triunfo después de perder en 2008 y 2012 ante los Giants después de llegar como superfavoritos.

Trece años más tarde de sorprender a los Saint Louis Rams y conseguir su primera Super Bowl, los Patriots de Nueva Inglaterra añadieron su cuarto título de la NFL después de vencer a los Seattle Seahawks en una de las mejores finales de siempre. Nadie en el Olimpo del fútbol americano tiene ahora un status mayor que el quarterback Tom Brady, que igualó a Joe Montana y Terry Bradshaw con cuatro títulos, y que el entrenador Bill Belichick, que se puso a la altura de Chuck Noll. Ambos son el paradigma del éxito de la organización más ganadora del fútbol americano en el Siglo XXI.

Ganadores consistentes durante casi década y media, Brady y Belichick han reescrito el libro de récords de la postemporada. Nadie ha ganado más encuentros de playoff que el quarterback (21), ni dirigido más victorias que el entrenador (22). Las seis apariciones en la Super Bowl de Brady constituyen un récord, como también los trece pases de touchdown en la historia de la final. Desde que es titular del equipo, los Patriots han enlazado catorce temporadas victoriosas consecutivas y doce títulos de división en catorce intentos. 'Son los mejores de todos los tiempos', dijo Robert Kraft, presidente del club.El mal golpe que cambió la historia

Nada de lo que son ahora Brady y los Patriots se parece a lo que eran en la segunda jornada de la temporada 2001. Los de Nueva Inglaterra no pasaban de ser un equipo del montón, que alternaba años ganadores y perdedores, con seis victorias en playoff en treinta temporadas y dos apariciones en la Super Bowl en las que no habían tenido mucha opción. Antes de empezar el curso 2001 los Patriots, entonces liderados por el veterano quarterback Drew Bledsoe, no estaban ni cerca de contar en las quinielas para el campeonato. Las expectativas quedaron sepultadas después de que un mal golpe sacara del campo a Bledsoe y entrara un perfecto desconocido: Tom Brady. Un quarterback que había caído hasta la sexta posición del draft y de quien nadie esperaba nada.

Sin que nadie se lo terminara de creer, Brady y los Patriots avanzaron hasta la Super Bowl, donde las apuestas concedían un favoritismo absoluto a los Rams. Aunque ahora sean uno de los equipos más odiados de norteamérica, en aquel momento post-11 de septiembre, los Patriots, un conjunto muy limitado en ataque, eran el equipo de América. El underdog con el que todo el mundo iba en la final. Un drive majestuoso de Brady en los segundos finales y la certera patada de Vinatieri dio a los de Boston su primer título. Había nacido una leyenda.

A una jugada de la perfección

Después de su sorprendente victoria, los Patriots se establecieron como una dinastía ganando también en 2004 y 2005. Con Brady y Belichick ya habiéndose garantizado el asiento en el Salón de la Fama, quedará en su currículum la mancha de no completar el trabajo en la Super Bowl de 2008, cuando los Giants les privaron de ser el segundo equipo en la historia de la NFL en hacer la temporada perfecta. El postrero touchdown de los de Nueva York, después de la milagrosa e inverosímil recepción de David Tyree, dejó a los Patriots con una marca de 18-1. Cuatro años más tarde, otro memorable drive final de Eli Manning volvió a repetir el guión, dando a los Giants su segundo título y dejando a Nueva Inglaterra con una marca de 3-2 en la Super Bowl.

De amados a odiados

Para entonces, la imagen exterior de los Patriots ya era diametralmente opuesta al amable equipo que se había sobrepuesto a todo en 2001. Episodios como el spygate, la trama de espionaje orquestada por Belichick y por la que la NFL le sancionó con medio millón de dólares, ya les habían convertido en uno de los equipos más odiados del deporte estadounidense. Su fama de tramposos volvió a airearse después de la final de conferencia, cuando fueron acusados de deshinchar deliberadamente los balones de juego para lanzarlos y recibirlos con más facilidad.

Nada de esto mitiga el éxito de una organización ejemplar en términos deportivos. El trabajo de las oficinas y la habilidad del entrenador Belichick para maximizar los recursos disponibles han elevado el ganar a un nivel científico. A sus 37 años, Brady lideró a los Patriots a su cuarta Super Bowl y abrió (o cerró) el debate. ¿Es el mejor quarterback de la historia?

Iñaki Angulo
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