Supercopa Europa 2013: Un título que nació por culpa del periodista Anton Witkamp, un enamorado del deporte

Por primera vez desde 1998, la Supercopa de Europa no se disputará en el estadio monegasco Luis II. La UEFA ha desplazado el encuentro por primera vez desde que se disputa a partido único hasta el Eden Arena de Praga, en la República Checa. Aunque parezca una mera anécdota, éste puede ser uno de los cambios más trascendentales en la historia de un título joven pero lleno de experiencias peculiares.

De hecho, el torneo nació casi por casualidad, fruto de la suerte y de la pasión de un periodista holandés por el deporte y, en este caso, por el fútbol. Su nombre es Anton Witkamp. Dedicó casi toda su vida laboral al diario De Telegraaf (trabajó allí desde los 27 años hasta su jubilación). Como muestra de su desmedido amor por el deporte, está el hecho de que en 1948, siendo un imberbe de 19 años, se fue a los Juegos Olímpicos de Londres por su cuenta. Se buscó la vida para vivir y acudir a las citas que él consideraba y logró hacer de free-lance para medios de su país.

En 1972, cuando ya era un profesional con cierto prestigio en Holanda y tenía amigos en casi todos los deportes, logró llevar a cabo una de sus mayores inquietudes. Witkamp se preguntaba si realmente los campeones de Europa eran los mejores equipos del viejo continente. Tal planteamiento se produjo en una época en la que dos equipos patrios, Feyenoord y Ajax, estaban en la punta del iceberg del fútbol mundial.

Aquel año, Witkamp logró que Ajax y Glasgow Rangers, en esos momentos campeones de la Copa de Europa y de la Recopa, se enfrentasen en un torneo a doble partido. Pese a que el Ajax intentó que la UEFA reconociera aquel torneo, el máximo organismo continental de fútbol no lo hizo debido a la sanción de un año que pendía sobre el equipo por culpa del comportamiento de sus aficionados. El Ajax acabaría ganando el título tras vencer en los dos partidos.

Pese a ello, la UEFA sí reconoció el torneo al año siguiente, cuando se enfrentaron el Ajax, de nuevo por ser campeón de Europa, y el Milan. Los italianos vencieron por uno a cero en Italia, pero el equipo de Cruyff remontó en la vuelta marcando seis goles y dando una auténtica exhibición.

Año a año, la Supercopa fue ganándose un hueco en los apretados calendarios de los equipos, si bien es cierto que hasta 1998, cuando empezó a disputarse a un único partido y con sede fija -el Luis II de Mónaco-, el torneo sufrió problemas de todo tipo.

Así, por ejemplo, en 1981 el torneo no se disputó ya que el Liverpool no propuso ningún día a lo largo de toda la temporada para poder enfrentarse al Dinamo de Tblisi. Cuatro años después tampoco hubo Supercopa porque la UEFA prohibió que el Everton la jugara. La razón era la sanción impuesta sobre todos los equipos ingleses a raíz de la tragedia de Heysel y que les impidió participar en competiciones europeas durante cinco años.

El estadio Luis II fue sede del torneo por primera vez en 1986, cuando se enfrentaron el Steaua de Bucarest y el Dynamo de Kiev. Aquel año sólo se disputó un partido por los posibles problemas que hubiera habido en el partido de ida en la URSS. La misma razón, motivos políticos, hicieron que en 1991 -en pleno conflicto soviético- el Manchester United y el Estrella Roja se jugaran el torneo a un único encuentro. La tercera vez que se disputó la final a un partido antes de que éste formato fuese oficial ocurrió en 1984. El Liverpool sólo encontró un día para jugar.

A partir de 1998, la sede oficial del torneo fue el Luis II de Mónaco, disputándose el encuentro a partido único. Además, desde el año 2000, y ante la extinción de la Recopa de Europa, se enfrentan el campeón de la Champions League y el de la Europa League (antes conocida como UEFA).

Este año el torneo sufre su última modificación, jugándose en Praga y no en Mónaco. De allí saldrá o bien el Bayern de Munich o bien el Chelsea con el título de 'Eurocampeón'.