El rey de Marruecos, Mohammed VI, decidió suspender temporalmente al ministro de Deportes a causa del mal estado del césped sobre el que se jugó uno de los partidos del Mundial de Clubes de fútbol, según aseguró la agencia de noticias estatal.
El partido de cuartos de final entre el Cruz Azul mexicano y el Western Sydney Wanderers australiano se jugó hace una semana en Rabat sobre un terreno en pésimas condiciones por la fuerte lluvia caída sobre la capital marroquí. El césped del estadio Prince Moulay Abdellah, que había sido renovado a un costo de 25 millones de dólares, quedó completamente encharcado. Las imágenes de los operarios locales queriendo mejorar la situación del verde con esponjas dio la vuelta al mundo.
El monarca pidió al gobierno que se lleve a cabo una "investigación en profundidad sobre las irregularidades". Hasta su finalización, el responsable de deportes, Mohammed Ouzzine, deberá permanecer apartado de sus funciones. Por ese motivo, no se espera que el ministro esté presente en la final del torneo entre el Real Madrid y el San Lorenzo en Marrakech.
La disputa del mencionado partido, en el que Cruz Azul se impuso en la prórroga, causó gran revuelo en el país anfitrión. La semifinal entre el equipo mexicano y el Real Madrid, que debía disputarse en el mismo estadio, tuvo que ser trasladada finalmente a Marrakech por las condiciones del campo. La expedición del San Lorenzo mostró su enfado por la decisión al entender que era un agravio comparativo.
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