Pierrick Fedrigo ganó una etapa que tuvo acción desde el primer kilómetro, pero no por parte de los grandes protagonistas de la clasificación, Alberto Contador y Andy Schleck, sino de los aventureros que buscaron la escapada.
Los españoles tuvieron protagonismo, sobre todo Carlos Barredo, que estuvo en la primera fuga de la jornada, y que se metió también en la escapada buena, buscando la victoria con un ataque en solitario a 44 kilómetros de la meta. Desgraciadamente para él, fue remar para morir en la orilla, ya que fue cazado bajo el arco del último kilómetro. Mención especial también para Lance Armstrong, metido en todas las batallas del día y que peleó por la que puede ser su última etapa en el Tour, pero al que las piernas no respondieron en el último sprint.
Lo cierto es que las hostilidades se desataron nada más darse el banderazo de salida, con un intento de fuga de hasta 14 corredores al que echó abajo la calidad de los mismos: ahí se habían metido el décimo de la general, Hesjedal, y el undécimo, Kreiziger, lo que provocó que el Astana les mantuviera controlados primero y dominados después, cuando mandó a Vinokourov unirse a la batalla para que los escapados desistieran.
Gracias a Dios debió pensar el tercero de la general, Samuel Sánchez, al que las piernas le fallaron en el segundo puerto de la jornada perdiendo contacto con el grupo de favoritos, pero al que favoreció el posterior parón pudiendo entrar en el pelotón y completando el resto del recorrido sin contratiempos.
Armstrong, que ya lo había intentado al principio, volvió a hacerlo cuando moría la primera fuga en el Col d'Aspin y con él se fueron otros nueve corredores, que ahora sí marcharían destacados durante muchos kilómetros. Con él se fueron Carlos Barredo, Rubén Plaza, Sandy Casar, Moreau, Cunego, Fedrigo, Horner y Van de Walle. No había corredores peligrosos y el grupo dejó hacer.
Cogieron ventaja subiendo el mítico Tourmalet, del que se cumplen 100 años desde que se pasara por primera vez, y la ampliaron en la bajada y en la posterior ascensión al Aubisque, donde ya era un hecho que los nueve fugados se jugarían la victoria de etapa, porque los favoritos no hicieron siquiera el amago de pelear.
A 44 de meta, al terminar el descenso del Aubisque, se marchó Carlos Barredo. El del Quick Step recibió el beneplácito de sus compañeros de fuga y comenzó una contrarreloj que moriría 43 kilómetros después, justo bajo el arco que da paso a los últimos mil metros de carrera y cuando había soñado durante más de una hora por su momento de gloria. Se conformó con el trofeo a la combatividad.
Barredo ni siquiera luchó en el sprint final, lamentando su fortuna, y la victoria de etapa se la jugaron entre Rubén Plaza, Fedrigo y Casar. El español partió bien colocado tras el lanzamiento de su compañero Moreau, pero Fedrigo le adelantó por el interior logrando una victoria incontestable que sólo el pundonor de Casar estuvo a punto de arruinar.
Los favoritos llegaron con 6:45 de retraso demostrando que, pese a los obstáculos en el camino, en una etapa cuyo último alto está a más de sesenta kilómetros de la meta no se puede atacar a nadie. El jueves será otro día, cuando la carrera acabe en lo alto del Tourmalet. Ahí tendrán que responder los mejores... siempre que el día de descanso no les provoque problemas.
Clasificación de la etapa:
1. Pierrick Fedrigo: 5h 31' 43"
2. Sandy Casar m.t.
3. Rubén Plaza m.t.
4. Damiano Cunego m.t.
5. Christopher Horner m.t.
6. Lance Armstrong m.t.
7. Jurgen Van de Walle m.t.
8. Christophe Moreau m.t.
9. Carlos Barredo a 00:28"
10.Thor Husvod a 06:45"
Clasificación general:
1. Alberto Contador: 72:50:42
2. Andy Schleck a 08
3. Samuel Sánchez a 02:00
4. Denis Menchov a 02:13
5. Jurgen Van Den Broeck a 03:39
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