Un Atlético 'supercampeón' que deja las malas rachas en el pasado

  • El Atlético de Madrid que se proclamó vencedor de la Supercopa de España anoche en el estadio Vicente Calderón frente al Real Madrid quebró en esta final varias estadísticas adversas contra el eterno rival y demostró que "las rachas" son "el pasado", como dijo su capitán Gabi Fernández.

Miguel Ángel Moreno

Madrid, 23 ago.- El Atlético de Madrid que se proclamó vencedor de la Supercopa de España anoche en el estadio Vicente Calderón frente al Real Madrid quebró en esta final varias estadísticas adversas contra el eterno rival y demostró que "las rachas" son "el pasado", como dijo su capitán Gabi Fernández.

"Las rachas son el pasado", afirmó Gabi tras el encuentro en el que el Atlético se impuso por 1-0 al eterno rival en el Calderón. Era la primera vez que lo lograba en 15 años.

Desde el 12 de junio de 1999 no derrotaba el Atlético al Real Madrid actuando los rojiblancos como locales. En aquella ocasión ganaron 3-1, con goles de José Mari Romero, Jordi Lardin y el brasileño Juninho; frente al gol visitante anotado por Fernando Morientes. 15 derbis pasaron después: tres empates y 12 victorias visitantes en un Calderón acostumbrado a ver derrotas en derbis.

"Poquito a poco el equipo está rompiendo rachas y batiendo nuevos récords, creando nuevos objetivos para seguir ganando títulos. Tenemos que seguir este camino, que es el que nos lleva al éxito", prosiguió el capitán del Atlético en la zona mixta del Calderón.

"Este club se merece que su equipo pelee por títulos, aunque sabemos de la dificultad, nos hemos metido en ese grupo de equipos que pelean por títulos y vamos a seguir intentándolo", agregó Gabi.

La Supercopa de España era un título que al equipo rojiblanco se le había escapado en cuatro ocasiones desde 1985, cuando lo logró por última vez ante el Barcelona.

Precisamente fueron los azulgranas los que derrotaron al Atlético en las cuatro Supercopas que disputaron los rojiblancos entre 1985 y 2014. En 1991, 1992, 1996 y el pasado año 2013, los rojiblancos fueron finalistas de la Supercopa.

En la del pasado año a los de Simeone se les escapó el título por el valor doble de los goles en campo contrario, ya que empataron 1-1 en el Calderón y 0-0 en el Camp Nou, lo que le valió el título al equipo entrenado entonces por el argentino Gerardo Martino.

Junto al título y la satisfacción de derrotar al Real Madrid, también se quebró una estadística individual adversa para el equipo rojiblanco: su maleficio ante el guardameta madridista Íker Casillas, ya que nunca habían derrotado al eterno rival con el mostoleño como portero titular.

Aunque el primer derbi de Casillas fue una derrota (1-3 en el Bernabéu en Liga en 1999), en aquella ocasión el guardameta internacional salió como suplente por la expulsión del argentino Albano Bizzarri. Desde el primer derbi de Casillas como titular, en marzo del 2000, el Atlético había caído en 21 ocasiones y empatado en siete. Hoy se rompió otra maldición para los rojiblancos.

Su oponente en la portería contraria era un debutante en el Calderón, el mallorquín Miguel Ángel Moyá, que calificaba el partido como el "triunfo soñado" para un debut oficial ante su nueva afición.

"Mis dos primeros partidos oficiales con el Atlético jugándonos un título, contra el Madrid, el segundo en casa en el Calderón con nuestra afición, mi debut... Será una noche que voy a recordar, porque la afición nos ha llevado en volandas y he vivido momentos muy bonitos durante el partido", resumía el cancerbero.

"Había leído algunas estadísticas alrededor de estos partidos, creo que hemos roto alguna otra", agregaba el guardameta, que sigue en la lucha con el esloveno Jan Oblak por la titularidad en la portería rojiblanca. "¿Titular? No lo sé. Me centro en celebrar esto y trabajar para el próximo entrenamiento", dijo.

Otro de los que se estrenaban ante la afición rojiblanca era el francés Antoine Griezmann, asistente del croata Mario Mandzukic en el único gol del partido. El joven futbolista galo reconocía que estaba "cogiendo confianza" con el equipo y se lamentaba de una ocasión clara que tuvo en la primera parte.

"La he visto cerca, pero tengo la derecha para subir al bus, estoy trabajando al respecto", bromeó tras el partido.

Los futbolistas de este nuevo Atlético, renovado tras las numerosas salidas y llegadas. "Hay cambios de nombres, pero la filosofía siempre está ahí, que es el trabajo, la entrega de todos", aseguraba Koke.

También de "filosofía" hablaba el defensor uruguayo Diego Godín, ataviado a la salida con la camiseta conmemorativa con el lema 'Es un sentimiento. No puedo parar'.

"Es un sentimiento, no se puede parar. El que es hincha del Atleti lo entiende", valoró el uruguayo.

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