Un nuevo clásico de América con protagonista, público y deuda de goles

  • Brasil y México elevaron hoy a niveles de clásico continental su rivalidad con un 0-0 firmado en el estadio Castelao de Fortaleza en un partido que tuvo desde un protagonista, a un público ideal y una deuda de goles y triunfos.

José Antonio Torres

Fortaleza, 17 jun.- Brasil y México elevaron hoy a niveles de clásico continental su rivalidad con un 0-0 firmado en el estadio Castelao de Fortaleza en un partido que tuvo desde un protagonista, a un público ideal y una deuda de goles y triunfos.

No fue la final olímpica de 2012 ganada por México, ni el duelo de la Copa Confederaciones 2013 que se decantó para Brasil, el nuevo clásico de América se ha parido en el Castelao de Fortaleza, en una Copa del Mundo.

Agridulce para los brasileños, caramelo para los mexicanos que tuvieron como el gran héroe a su guardameta Guillermo Ochoa, quien después de dos Copas del Mundo de comer banquillo, alcanzó la titularidad.

Un total de 39 partidos disputados por estas selecciones, con un teñido verdeamarelho hasta 1999 cuando México comenzó a responder hasta el empate de hoy, el primer punto que le arrebatan a Brasil en tres duelos de Copas del Mundo.

Seis triunfos mexicanos, dos brasileños y cinco empates tienen las estadísticas de estos equipos desde 1999 a la fecha. Las Copas América, las Confederaciones y hasta las Copas Oro, tienen un nuevo duelo clásico continental.

El brasileño Neymar no pudo concretar ante México la magia de su fútbol con un balón en la red y ahora muchos hablarán sobre una supuesta dependencia del equipo, hasta la próxima victoria.

Un tribuna perfecta para un partido emocionante, emotivo y hasta un poco controvertido. Buen comportamiento, cánticos respetuosos y una fraternidad latinoamericana tan vigente como la zona VIP donde la embajadora de México departía con funcionarios mexicanos.

El clásico nació al final del primer tiempo cuando el capitán mexicano Rafael Márquez y Neymar tuvieron un fraternal cambio de camisetas.

Ambos tienen al Barcelona en sus cuadrículas; un gesto de dos generaciones que fue como la guindilla de un pastel que acabó de cocinarse en el complemento con un par de grandes atajadas de Ocha para mantener el marcador.

En las tribunas se coreaba todo. El duelo arrancó con las alineaciones. Los mexicanos mandaron a la palestra como sus favoritos a Peraltar, a Marquez y a Ochoa y los brasileños más queridos en el medidos de popularidad fueron Neymar y Luiz Gustavo.

Los brasileños hicieron lo suyo y alentaron a muerte a su equipo pero respetuosos de los hinchas mexicanos que respondieron con cantos de cielito lindo. Las olas daban vuelta al estadio antes del inicio del encuentro.

El árbitro fue el blanco de los técnicos y jugadores por su marcaron y dejo que el juego se calentara, pero al final los jugadores y los técnicos se metieron a lo suyo, los ajustes que no lograron romper el cero

Las tribunas iban del Brasil al cielito lindo y de regreso, el 'México, México' se mezclaba con el 'Brasil, Brasil', el grito tan mexicano que le dedican a los guardametas al despejar, halló una réplica similar en el Castelao, por vez primera.

Brasil y México marchan en primero y segundo lugar con cuatro puntos a la espera del resultado del partido que Camerún y Croacia disputarán este martes en la Arena Amazonía de Manaos para cerrar la segunda jornada del grupo. EFE.

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