Un solo enfrentamiento con Nigeria de ingrato recuerdo para La Roja

  • Nigeria tan solo se ha cruzado en una ocasión en el camino de la selección española absoluta y dejó en la memoria del fútbol español una de esas derrotas sonrojantes, un ingrato recuerdo que hace retroceder a 1998 en la etapa de Javier Clemente como seleccionador y el inicio del Mundial de Francia.

Roberto Morales

Fortaleza (Brasil), 22 jun.- Nigeria tan solo se ha cruzado en una ocasión en el camino de la selección española absoluta y dejó en la memoria del fútbol español una de esas derrotas sonrojantes, un ingrato recuerdo que hace retroceder a 1998 en la etapa de Javier Clemente como seleccionador y el inicio del Mundial de Francia.

Ocurrió el 13 de junio de 1998, en Nantes. Uno de esos partidos que aumentaba el fatalismo de la selección española en las grandes citas. Eliminada a las primeras de cambio en un Mundial al que llegaba con grandes ilusiones tras las buenas sensaciones del disputado en Estados Unidos en 1994 y la eliminación en los penaltis ante Inglaterra en la Eurocopa'96.

La Roja cosechó ese día una de las derrotas más dolorosas y que jamás podrá olvidar Andoni Zubizarreta, por entonces jugador con más partidos como internacional -antes de ser superado por Iker Casillas- que disputaba sus últimos duelos con España en el cierre de un ciclo de 126 encuentros.

Nigeria sorprendió al mundo con la mejor de sus generaciones de futbolistas. Con el portero Rufai, jugadores de campo como Finidi, Ikpeba, Yekini o Lawal. Exhibió su potencial físico y añadió fútbol para acabar primera de grupo y eliminar a España en un nuevo inicio para el olvido en un Mundial. Desde 1950, La Roja no comenzaba con buen pie un campeonato del mundo.

En esa ocasión lo hizo con Clemente alineando un equipo extraño por la presencia de una línea de medios centros formada por Miguel Ángel Nadal y Fernando Hierro, dos jugadores que jugaban en el centro de la defensa en sus equipos.

Pero fue precisamente Hierro el que abrió el marcador a los 21 minutos con un libre directo.

Los fallos de España comenzaron a llegar cuatro minutos después. El primero a balón parado, cuando un saque de esquina lo remató Adepoju, adelantándose en el primer palo a Nadal. Cuando nadie creía lo que veía nada, más comenzar la segunda mitad Raúl González levantó a la selección con un gran gol. Tras un pase en largo de Hierro, enganchó con el interior del pie izquierdo una volea cruzada.

Fue cuando llegaron imágenes que no olvidarán esa generación de futbolistas. Primero volvió a igualar el marcador Lawal cuando un centro suyo lo convirtió en gol Zubizarreta, que despejó hacia su propia portería en el minuto 73.

En pleno desconcierto español, cinco minutos después, de un despeje a un saque de banda llegó un 'cañonazo' lejano de Oliseh ajustado al palo al que no llegó el portero vasco.

España jugó con un equipo titular formado por Zubizarreta, Ferrer, Alkorta, Iván Campo, Sergi, Luis Enrique, Nadal, Hierro, Raúl, Kiko y Alfonso. Intentó dar un giro a la imagen en el descanso Clemente metiendo a Amor por Ferrer, y también jugaron en el segundo tiempo Etxeberría y Celades.

Quince años después, la Copa Confederaciones presenta a España la oportunidad de revancha. Con un grupo de jugadores que han cambiado la historia con la conquista en cinco años de gloria de dos Eurocopas y un Mundial.

Los que rompieron con los tabúes del fútbol español, intentarán en Fortaleza borrar de la memoria un ingrato recuerdo en la segunda ocasión que las dos selecciones cruzan sus caminos.

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